Grandes personas

La sencillez y la autenticidad son las gemas del rey Salomón, el oro de El Dorado

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Estoy seguro de que en la vida de cada uno de nosotros existe una lista, que puede variar en longitud pero no en mérito, de seres humanos que por una razón u otra hemos llegado a admirar con profundidad y que además les profesamos anónima o expresa gratitud.

El tener esa capacidad nos aleja de la envidia y de otros oscuros sentimientos que, lamentablemente, también son constatables en la especie humana.

En mi opinión, los docentes que aman educar son los grandes olvidados de siempre, aunque son los próceres primeros de la infancia y la juventud, los buenos maestros nos imprimen para siempre el sendero a seguir.

Primeras oportunidades. Tenemos que empezar por alguna parte, nadie nace aprendido y alguien nos dio un chance para comenzar. Creo firmemente en replicar esa práctica para quien se esfuerza y la merece.

Admiro profundamente a los excónyuges que no utilizan a sus hijos como misiles, y aunque ya no se amen son capaces de ponerse de acuerdo por el bienestar de los menores sin envenenarlos con rencores que no les pertenecen.

Contra las probabilidades. Valoro la entereza de quien, pese a la enfermedad, lo da todo en su labor diaria, agradeciendo a Dios por su trabajo y no cayendo en la trampa fácil de la autocompasión.

Conocí a alguien que sabía que iba a morir pronto y era auténticamente feliz, nos alegraba los días, me atreví a preguntarle cómo era capaz de manejar esa situación y me respondió, con una sabia sencillez, que no estaba muerta todavía.

Un alto ejecutivo perdió el gusto y el olfato en un accidente vial, pero no se rinde, su entereza ante la adversidad me conmovió, no tuve la oportunidad ni la confianza de decírselo, ahora lo escribo. La sencillez y la autenticidad son las gemas del rey Salomón, la seda de la ruta de Marco Polo, el oro de El Dorado.

Aunque sigamos atorados en las presas de San José y sea tan fácil el insulto, pese a que sigan estallando bombas en el mundo, en mi mente no cabe ninguna duda de que he conocido y existen grandes personas.

El autor es abogado.