Foro: La sorprendente historia de Huawei

Ren Zhengfei es más que un empresario exitoso, es un filósofo de la gestión, un gurú que ha instituido su propia manera de hacer negocios a escala global.

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Hace 40 años, la mitad de la población de China sobrevivía con menos de dos dólares al día. En 1978, Deng Xiaoping inició una gran reforma liberal para abrir el mercado a la empresa privada a fin de incentivar la inversión y generar empleo, decisión que cambiaría por completo el destino económico del país.

Como parte de la estrategia, se crearon las llamadas zonas económicas especiales, una versión agrandada de nuestras zonas francas, para estimular el desarrollo de nuevas empresas y el libre mercado de bienes y servicios. En realidad, no son zonas, sino ciudades enteras situadas principalmente alrededor de la costa oriental.

La primera en crearse fue Shenzhen, en aquel entonces, un pequeño poblado pesquero de unos 300.000 habitantes, situado a la par de la próspera Hong Kong. Entre quienes aprovecharon esta oportunidad se encontraba un desconocido ingeniero y exoficial del Ejército, de 44 años de edad, quien en 1987 con $3.000 contrató a tres empleados y fundó una compañía privada de tecnología de comunicaciones. Su nombre es Ren Zhengfei y la empresa es Huawei.

Del nacimiento al crecimiento. Huawei nació pequeña y creció vertiginosamente en las zonas rurales de China, país donde en 1980 menos del 1 % de los hogares contaban con servicio telefónico. Donde no existía mercado, Ren lo creó convenciendo a gobiernos municipalidades y provinciales a invertir en infraestructura de telecomunicaciones. Ya para 1994 la empresa empezó a comercializar su propio equipo de terminales telefónicas —su primer desarrollo tecnológico autóctono— y se adueñó gradualmente del mercado en las ciudades más grandes del país.

En una tercera etapa, salió al resto el mundo y diversificó su cartera de productos, al punto que actualmente compite en todos los segmentos del mercado global de telecomunicaciones. El año pasado, por primera vez, sobrepasó los $100.000 millones en ventas.

Ren es una persona de bajo perfil, que ha enseñado sus valores a toda la empresa. Autocrítico y dispuesto siempre a probar nuevas ideas, aprendió bien los métodos gerenciales occidentales en sus múltiples viajes a Estados Unidos y Europa, y pragmático como es, amoldó gradualmente su filosofía gerencial. Nunca ha descuidado la focalización en el cliente a cualquier costo, doctrina fundacional que él mismo reconoce como la clave del éxito de la empresa.

Este ingeniero convertido en gurú gerencial ha guiado a su empresa a incursionar en más y más eslabones de la cadena de valor de la industria, y la transformó en un emporio global de servicios digitales.

El enemigo de la innovación. “La oportunidad es el peor enemigo de la innovación” es un frase tomada del libro Huawei: Liderazgo, cultura y conectividad que sintetiza la opinión de Ren de no olvidar la visión a largo plazo por aprovechar oportunidades a corto plazo. La compañía ha desistido de hacer algunos negocios rápidos pensando en que ganar algún dinero fácil en poco tiempo le restaría competitividad después, y que esto desincentivaría la innovación. Una empresa privada china, cuyo principal dueño son sus mismos empleados (Ren es propietario de menos del 2 % de las acciones), se ha dado un lujo impensable para otra empresa occidental.

Está claro para Huawei que su éxito a largo plazo depende de la innovación constante. El gigante tecnológico invierte el 14 % de sus ventas brutas anuales en investigación y desarrollo, lo cual lo coloca constantemente en la frontera tecnológica de la industria más competitiva del mundo.

La empresa acaba de inaugurar un nuevo campus de investigación y desarrollo para sus más de 25.000 ingenieros, dedicado exclusivamente a desarrollar nuevos productos y servicios. El nuevo campus se asemeja a una pequeña ciudad europea y ha terminado de convertir a Shenzhen, hoy con más de 23 millones de habitantes, en el Silicon Valley de China.

Con más de 100.000 puestos de trabajo creados solo en China (y miles más de empleos indirectos) la contribución de esta empresa al desarrollo de la industria de la tecnología de información es inmensa, al punto que la historia reciente de China está siendo escrita por personas como Ren Zhengfei y empresas como Huawei.

El nombre Huawei es un juego de palabras que, básicamente, quiere decir “la empresa que trabaja para el bienestar de China”. Es un cuento chino verdadero del que podemos aprender mucho.

marcelo.jenkins.coronas@gmail.com

El autor es catedrático de la UCR.