El mundo sin literatura sería un lugar más hostil de lo que en ocasiones es, más inconsciente, olvidadizo, probablemente más aburrido y menos inteligente. La imaginación es un antídoto contra la monotonía.
Por la memoria, por la radiografía que en ella se hace de la sociedad, por la exploración subjetiva que implica y, hay que decirlo también, por el entretenimiento en el cual nos sumerge, la literatura no puede ser prescindible. De hecho, para algunos de sus mejores exponentes, es en realidad lo único imprescindible que hay en esta tierra. Por suerte, entonces, entre todas las manifestaciones culturales, contamos con los libros y la posibilidad maravillosa de la ficción, con la facultad de crearla, rehacerla y disfrutarla.
Gracias a la Feria Internacional del Libro Costa Rica 2019, durante diez días (comenzó ayer), San José será la capital literaria de Centroamérica, una región a la cual le hace muy bien contar con este tipo de actividades y estímulos; por eso, se celebra tanto este acontecimiento ya consolidado en nuestro país.
La feria se enriquecerá este año por tener como invitado de honor al festival literario Centroamérica Cuenta, principal encuentro de narradores de la región, que preside, cuida y promueve desde el 2013, el escritor nicaragüense Sergio Ramírez Mercado, premio Cervantes 2017.
Múltiples sedes. Esta convergencia de fuerzas supone una extraordinaria oportunidad para todos los amantes de la literatura, que hallaremos en la Antigua Aduana, en el Centro Nacional de la Cultura, en la Biblioteca Nacional, en el Teatro Nacional y en las distintas sedes de la feria, variedad de conversatorios, conferencias, charlas y exposiciones que nos mantendrán, durante poco más de una semana, desayunando, almorzando y cenando literatura, en diálogo y escucha constante con destacados escritores de talla mundial, así como con académicos, cronistas y periodistas.
Será una actividad que nos pondrá en contacto con el mundo de los libros, con el milagro de la literatura, con aquello que la rodea y la hace posible.
Lo anterior coexistirá con la rica oferta editorial y las actividades regulares de la feria, con presentaciones de libros de autores nacionales, actividades para niños y homenajes, como la conmemoración de los cien años del nacimiento de la extraordinaria poeta y ensayista costarricense Eunice Odio, o los sesenta de la Editorial Costa Rica, o los cuarenta de la Editorial de la Universidad Estatal a Distancia.
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Se suma a lo anterior la agenda de actividades literarias que se llevarán a cabo en la plaza Skawak, en barrio Escalante. De tal manera que, como pocas veces antes en su historia, San José estará tomada por la literatura y recibirá con los brazos abiertos a escritores latinoamericanos, norteamericanos y europeos que llegan convocados por el escritor Sergio Ramírez.
Complemento. La literatura es la vida, también la que quisiéramos vivir, la que complementa la nuestra, por eso nos hace mejores, por eso permite desarrollar empatía por seres y mundos que de otra forma no tendríamos a nuestro alcance. Si la música es intraducible, la literatura es un medio excepcional para departir con los otros, para comprender y explorar las vastas complejidades de la subjetividad, de la memoria, del deseo y de la imaginación.
Una vida y un territorio no son suficientes para saciar esa imaginación, por eso leemos, para intentar comprender el mundo, para conocernos mejor, para viajar, para divertirnos, para creernos los otros, para ponernos en los zapatos de los demás, ya sean niños, mujeres u hombres de cualquier geografía. Gracias a la literatura la gente tiene nombre y las cosas se humanizan.
alvarors75@hotmail.com
El autor es coordinador del Colegio de Costa Rica.