Foro: El valor de la experiencia para gobernar

La sabiduría y la capacidad para decidir acertadamente solo se consiguen con el paso de los años.

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Quizás es temprano para hablar de las próximas elecciones nacionales. Faltan dos años y tal vez sea mejor concentrarse en el presente: la situación actual, el caos vial, el caso de la Unidad Presidencial para el Análisis de Datos (UPAD), el coronavirus y demás situaciones que quitan el sueño al gabinete.

Es verdad, retumba continuamente en el pensar costarricense que todo pasado fue mejor. Lo he escuchado repetidamente de quienes me doblan o triplican la edad. Cómo no recordar a los fundadores del país, a quienes tuvieron visión y merecen agradecimiento infinito por sentar las bases de una democracia modelo internacional.

Probablemente cometieron —como en la actualidad— muchos errores en el ejercicio del poder de la cúpula. No es cierto que hubo un inicio y un estallido de la noche a la mañana. El demérito político es de larga data.

Algunos políticos gozan de méritos; es cierto, están pagando justos por pecadores; todos están dentro de una misma bolsa, como si fueran hechos a la medida.

El presente es la base de la agenda política, pero, sin ninguna planificación —que a veces se siente tan lejos y se borra del diccionario costarricense— a largo plazo, seremos los mismos en un mundo que cambia velozmente.

Factor innegable. Las elecciones primarias del Partido Demócrata en Estados Unidos llaman la atención. Los candidatos que todavía ayer se mantenían en la contienda por la candidatura presidencial, Joe Biden, de 77 años; Bernie Sanders, de 78; Tulsi Gabbard, de 38; y Elizabeth Warren, de 70, tienen en común, a excepción de Gabbard, su edad avanzada.

No es que deba ser obligatorio ser mayor de 50 años —mucho menos sin los méritos requeridos—, pero difícilmente habrá un candidato apto menor de esa edad. La experiencia es un factor innegable.

Sabiduría y experiencia. Trabajo arduo, compromiso y ética profesional son aspectos fundamentales para los cargos públicos y deben ser exigidos con la mayor responsabilidad. La acción de pensar y tomar decisiones correctas necesita tiempo. El escritor libanés Maroun Abboud mencionó una frase digna de conocimiento: “La sabiduría, después de todo, no es otra cosa que la experiencia”.

Shimon Peres fue presidente de Israel con 84 años y hasta los 91, y Giorgio Napolitano desempeñó el mismo cargo en Italia con 81 años y hasta los 90. En América Latina, José Mujica se convirtió en presidente de Uruguay con 75 años.

No se trata de aplicar una fórmula matemática simple que dará como resultado el país más feliz e íntegro del mundo, pero la experiencia debe valorarse especialmente para gobernar.

¿Dónde están las personas capacitadas realmente idóneas para darle esperanza a este país? Costa Rica merece que las decisiones empiecen a ser acertadas. Dar por perdidas a las generaciones mayores de 50 años es un grave error. Entonces, ¿a quién acudiremos?

p.ignaciocc@gmail.com

El autor es estudiante de Derecho