Desde pequeños escuchamos decir que vivimos en un país libre y democrático, y que al cumplir la mayoría de edad estamos en capacidad de elegir a los diputados y al presidente de la República, representantes del pueblo.
¿Qué tanto nos enseñan de política? ¿Nos enseñan a investigar, informarnos, conocer lo que necesita el país, a determinar cuál es el candidato indicado?
Somos un país con muy poco cultivo en lo que respecta a la política. Se ha descuidado a los jóvenes, muchos de los cuales son, permítanme la claridad, ignorantes políticos. Es necesario educarnos y que nos enseñen sobre la materia.
El déficit de conocimiento político conduce a votar por el partido que familiares o amigos apoyan, sin conocer quién lo representa. Si acaso tenemos noticia del nombre del candidato.
Nos dejamos influenciar por comentarios o cuestiones que los medios de comunicación en general nos hacen creer que son trascendentales, pero más bien nos distraen de la verdad y las necesidades urgentes por satisfacer.
Prioridades. En las elecciones anteriores se discutió con mucha fuerza sobre el matrimonio igualitario y la religión. La legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo se comprende que para muchas personas fue un cambio para mejorar, porque todos somos iguales ante la ley y no puede practicarse discriminación contraria a la dignidad humana, de acuerdo con la Constitución Política.
Está bien, todos, como personas, tenemos derecho a la igualdad, pero pienso que en su momento había asuntos más acuciantes para nuestro país, por ejemplo, la crisis fiscal, la criminalidad que va en aumento y la desigualdad económica, entre muchos problemas más graves hoy que incluso en las pasadas elecciones.
¿Estaremos los jóvenes preparados para los comicios del 2022? El proceso empieza a tomar fuerza, los partidos políticos ya iniciaron las inscripciones de precandidaturas, los precandidatos están en campaña y surgen cuestionamientos sobre qué tipo de líder debe gobernar el país.
Es el momento indicado para ir conociendo a cada uno de los precandidatos, de estudiarlos a fin de determinar si su conocimiento y experiencia son suficientes para que el país progrese.
Tenemos primero que reconocer que estamos mal, existen muchísimos problemas precisados de solución rápida, que se han ido posponiendo o no se les ha dado la debida atención que en verdad tienen.
No voy a dar mi voto a un partido político solo por su nombre. Necesitamos buscar y elegir un candidato que en verdad ayude a Costa Rica. No debemos dejar que nos engañen con cuestiones políticas que a la postre nos hundirán, porque crean polémica y divisiones.
Deber ciudadano. Costa Rica necesita un cambio y nosotros, el pueblo, somos quienes debemos dar el primer paso, reconocer y asumir la responsabilidad ciudadana de informarnos e ir estudiando a los precandidatos. Debemos exigir transparencia y sinceridad, tanto a ellos como a los medios de comunicación.
Es muy probable que traten de distraernos de lo importante enfocándose en la legalización del cannabis y el aborto. ¿Son más cruciales que el desempleo, el aumento de la delincuencia o que las consecuencias de la covid-19?
No permitamos que nos distraigan y engañen con esas temáticas, pues eso significará que nuestro país seguirá siendo dirigido por unos cuantos «poderosos» que buscan beneficiarse de la población sin importar el resultado.
mrojas80236@ufide.ac.cr
La autora es estudiante de Derecho en la Universidad Fidélitas.