Hace 40 años la Caja Costarricense de Seguro Social tomó la decisión de dedicar las instalaciones del Hospital Dr. Raúl Blanco Cervantes (antiguo Hospital Nacional Antituberculoso) a la atención integral de los adultos mayores.
En sus inicios, brindó únicamente el servicio de hospitalización y, posteriormente y con gran esfuerzo, se inició el Programa de Hospital de Día Geriátrico, luego la atención de Consulta Externa. Más adelante se organizaron los servicios para la atención integral y el Programa de Atención Comunitaria Geriátrica.
En los últimos 15 años fue posible recuperar paulatinamente los servicios de cirugía, con apoyo de la Embajada de Japón y otras donaciones recibidas a través de la Asociación pro Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología Dr. Raúl Blanco Cervantes (Apronage) y se logró la remodelación y habilitación de las dos salas de operaciones con las que dispone el centro médico, las cuales brindan un aporte sustantivo a los adultos mayores.
En agosto del 2009, entró en operación el edificio SIGA (Servicio Integral Geriátrico Ambulatorio), que brinda consulta externa, hospital de día geriátrico, atención comunitaria geriátrica y servicios de apoyo. Una parte importante del equipamiento de este edificio se consiguió con la invaluable ayuda de la Fundación Cadena Mayor.
Capacitación. En los últimos 30 años se iniciaron de una manera estructurada y sistemática los programas de educación continua, capacitación y actualización para el personal y médicos nacionales interesados en la temática de la geriatría, de la que se han beneficiado de manera presencial 4.400 médicos.
En 1992 se cumplió el anhelo de iniciar los estudios de posgrado para la especialización de médicos geriatras con un programa que actualmente se desarrolla en cinco años debido a la extensión de esta temática, que incluye la atención integral para los adultos mayores. Estos aportes en la docencia y la formación se han constituido en un enorme impacto para el país, que ha logrado la capacitación paulatina de su personal de salud y que proyecta en el futuro el fortalecimiento de su quehacer.
El desarrollo de la Escuela de Oro, desde el 2001, como recurso de conocimiento e información sobre temas asociados a la población mayor, para usuarios, cuidadores, familia y público en general, permite dar a conocer la realidad del envejecimiento y favorecer estilos de vida saludable y de prevención.
A estas actividades se estima una participación, a julio 2016, de alrededor de 30.000 personas, tanto de forma presencial como a través de videoconferencias.
Designación. En el 2008, la Organización Mundial de la Salud (OMS) designó este hospital centro colaborador a escala latinoamericana, y gracias a este programa se han beneficiado más de 100 profesionales de 12 países de América Latina, que posteriormente replican estas experiencias de aprendizaje en sus países de origen.
La designación como centro colaborador tiene impacto en los ámbitos de la investigación, la capacitación y la realidad del proceso de envejecimiento.
A lo largo de unos cinco años, el Hospital Nacional de Geriatría ha planteado por diferentes medios que el país necesita una nueva infraestructura, con un diseño apropiado para los adultos mayores, así como equipamiento y recurso humano para brindar una atención integral de calidad y oportunidad.
Ojalá este planteamiento haga eco en los diferentes escenarios de toma de decisiones, atendiendo una necesidad que obedece a un serio análisis de la realidad del crecimiento poblacional del país, enmarcado en una coyuntura en la que aún es posible invertir para el futuro de las personas mayores.
Se trata de un sueño que no debería concebirse desde la perspectiva de una institución, sino desde una visión de interés del país, en cuanto a la responsabilidad de garantizar a las numerosas generaciones que se acercan con pasos agigantados a la vejez una atención digna, oportuna y de calidad.
El autor es director del Hospital Nacional de Geriatría.