Falta de informe de pruebas nacionales del MEP es inaceptable

No contamos con datos directos del estado de los aprendizajes de los estudiantes en primaria y secundaria

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¿Cuál es el papel que cumple la macroevaluación en el sistema educativo? Sin rendición de cuentas detalladas de los resultados, no hay sistema que se pueda manejar apropiadamente.

Imagine, por ejemplo, que se tapara el panel de control de su vehículo y no pudiera tener ningún indicador de velocidad, gasolina, temperatura, revoluciones, etcétera. Esto no le impediría manejar, pero sí le haría las cosas mucho más difíciles y pronto le generaría problemas.

Ahora, llevemos esta metáfora automovilística al campo educativo: ¿Qué saben y qué no saben hacer nuestros estudiantes al final de la primaria y la secundaria?, ¿cuáles son sus debilidades y fortalezas específicas en habilidades académicas fundamentales, tales como la comprensión de lectura, la redacción, la resolución de problemas de razonamiento, la comprensión de conceptos y teorías elementales en ciencias naturales?, ¿cuál es su conocimiento de la historia y geografía de su propio país?, ¿cómo va el aprendizaje de un segundo idioma en las habilidades de escucha, habla, lectura y escritura?

La información que tenemos en este momento es difusa, incompleta y muestral (no censal, es decir, no de toda la población). Quiere decir que, en tales condiciones, nuestro sistema educativo no puede ser conducido apropiadamente hacia objetivos deseables, tales como la mejora de los aprendizajes, la cobertura, la inclusión, la calidad y la equidad.

Las autoridades del MEP aún no reportan siquiera los resultados de las pruebas nacionales del año pasado. En mi opinión, la falta de un informe de los resultados de las pruebas nacionales no solamente es un incumplimiento inaceptable de las obligaciones del MEP, sino también una señal preocupante de algo que ya varios sectores han analizado: lo que la administración plantea como “prueba nacional estandarizada” no ha mostrado condiciones mínimas para serlo, porque a la fecha no ha presentado las especificaciones técnicas requeridas para construir evaluaciones estandarizadas.

Lamentablemente, si no hay especificaciones técnicas, es de esperar que tampoco tengan reportes detallados de desempeño, porque desde el decreto ejecutivo de creación de estas pruebas, no hay claridad de su objetivo ni metodología, lo cual se reflejó en los resultados supuestamente diagnósticos que se presentaron el año pasado, los cuales no tuvieron capacidad de identificar el estado de conocimientos ni las habilidades de los estudiantes.

Clasificaron a los estudiantes en “avanzado, intermedio y básico”, sin decir nada de lo que eran capaces de hacer o no según el grado en el que se encuentran.

Es gravísimo, pues implica que no contamos con datos directos del estado de los aprendizajes de los estudiantes en primaria y secundaria, sin los cuales no tenemos la información necesaria para la definición de acciones remediales específicas y para retroalimentar la planificación educativa nacional.

¿En dónde fallan más nuestros estudiantes, qué habilidades poseen y cuáles no, qué capacidad muestran para resolver problemas según el nivel de dificultad? Sin respuestas claras a estas preguntas en cada materia o área de conocimiento, nos mantendremos en una penumbra y, como país, no podremos tomar decisiones de planificación estratégica, curriculares, pedagógicas, de distribución de recursos, ni de capacitación docente con precisión, y así no es como se saca a un país de una crisis educativa.

Es urgente que el MEP reporte pronto los resultados de las pruebas nacionales y presente información detallada sobre el desempeño de nuestros estudiantes en habilidades y conocimientos específicos, no clasificándolos en “básico, intermedio y avanzado” sin particularizar el significado de cada uno.

De lo contrario, en medio de la crisis educativa, seguiremos parecido al conductor que no tiene indicadores claros ni detallados del sistema que debe llevar a buen puerto.

pablo.chaverri.chaves@una.cr

El autor es académico de Ineina-CIDE-UNA.