Eurobonos sí pero con cláusulas

Utilizar los eurobonos para mejorar las finanzas públicas tiene muy pocos argumentos técnicos negativos si Hacienda actúa como lo ha venido haciendo

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En la Asamblea Legislativa tenemos claro que la Ley 9635 para el Fortalecimiento de las Finanzas Públicas no será suficiente. A pesar del costo político que se asumió, es necesario tomar más decisiones de este tipo. Esa responsabilidad histórica, este Parlamento, hasta el momento, la ha comprendido y tomado con ahínco.

Pesa sobre las espaldas de la ministra de Hacienda, Rocío Aguilar, la desconfianza generada por su antecesor, la actitud de heroísmo como disfraz de un desastre y desorden de un gobierno “gastón”, sin prioridades. Esa confianza ha venido reconstruyéndose con acciones positivas de Hacienda, pero la tarea es muy extensa y apenas comienza.

Necesidades. El PAC, en su primer gobierno, actúo con la certeza de que no ganaría y por eso el flujo de caja actual es una especie de derivada con huecos, vencimientos y pendientes que dan evidencia de ello.

La necesidad de efectivo del Gobierno Central ocasiona búsqueda de recursos que en otras condiciones deberían ser colocados en el sector privado, con tasas que no presionen al alza, pero, en estas condiciones, esa tendencia será más fuerte cada día.

Por eso, recurrir al mercado externo con eurobonos podría significar una oportunidad, además de ser una opción viable y que, desde la Comisión de Asuntos Económicos, pretendemos adecuar con los “seguros” necesarias para que se constituya en una acción afirmativa adicional al reordenamiento fiscal. Estos son:

1. La emisión debe ser autorizada en tractos a saber: primer año $1.500 millones, segundo año $1.500 millones y tercer año $1.000 millones. Hasta aquí llegaría de momento. Es trascendental que el próximo gobierno, desde la campaña política dé muestras de cómo abordar el asunto fiscal y no debemos desde ahora resolverle la liquidez. Esto debe ser asunto de debate entre quienes pretendan tomar la estafeta en el 2022.

2. Debeestablecerse con claridad que la segunda y tercera emisión serán autorizadas siempre y cuando exista una reducción razonable del déficit primario, es decir, una especie de regla fiscal ligada a los cálculos estimados del Banco Central que también da garantíapara los compradores, pero, sobre todo a los diputados de oposición de que esto no es una autorización total ni automática. Esto, más allá de ser un compromiso de cumplimiento de la ley, debe ser un pacto de sangre de Hacienda y el gobierno con los costarricenses; incumplirlo daría un mensaje pésimo y destruiría la confianza que apenas se está levantando del suelo.

3. La emisión debe dedicarse a la restructuración o pago de la deuda interna, no a gasto o flujo de caja. Loimportante es la reducción del déficit primario y el combate al alza de tasas de interés locales.

Ajustes drásticos. El cumplimiento de estos compromisos es fundamental, pues la alternativa a los eurobonos sería tocar la puerta a los organismos financieros internacionales. Ahí, para obtener apoyo financiero, el gobierno se vería obligado a realizar ajustes mucho más drásticos.

Utilizar los eurobonos para mejorar las finanzas públicas tiene muy pocos argumentos técnicos negativos si Hacienda actúa como lo ha venido haciendo. Adicional a estos “seguros”, el gobierno debe avanzar con celeridad en el empleo público, la reforma del Estado y la reactivación económica. En estos puntos el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) ha tenido un papel protagónico: teletrabajo, educación dual, factoreo, flexibilización laboral, hacer masiva la educación del inglés, simplificación de trámites, lucha contra la evasión y elusión fiscal.

Priorizar el gasto y una ejecución más ágil y en la toma de decisiones asertivas y oportunas de concesionar algunas obras urgentes para el país son tareas pendientes que tiene el Poder Ejecutivo, en las que vamos a ayudar. Convoco a mis compañeros legisladores a coincidir o a discrepar, pero que lleguemos a acuerdos, construyendo.

El autor es diputado.