Estrategia empresarial de carbono-neutralidad

Reducir o neutralizar la huella de carbono es claramente un paso en la dirección correcta

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

El tema está de moda: medir la huella de carbono, llevar a cabo acciones de mitigación, certificarse, ser carbono-neutrales. Además, en las últimas semanas, hemos sido informados sobre las primeras empresas costarricenses que adoptaron el sello carbono-neutral para incrementar su compe-titividad.

Ante el creciente interés de la comunidad de negocios por contribuir activa y positivamente con el ambiente, me permito aportar alguna información sobre las implicaciones que tienen esas acciones a nivel empresarial.

Lo primero es tener claros los conceptos. Los temas relacionados con carbono se dividen en tres grandes áreas, de acuerdo con su orden cronológico de implementación:

a) Medición de huella de carbono.

b) Acciones de mitigación y compensación.

c) Carbono-neutralidad.

La medición de la huella de carbono. Este es un ejercicio similar a llevar la contabilidad de la empresa. El proceso se inicia con el cálculo de las toneladas de carbono que la empresa emite al medio ambiente.

El cálculo se debe realizar con base en un estándar o metodología adecuada que tenga reconocimiento en los mercados. La credibilidad es fundamental; por lo tanto, el proceso de medición de huella de carbono requiere de la verificación de una empresa auditora independiente.

Una vez que la empresa tiene la medida verificada de sus emisiones, le corresponde emprender medidas de mitigación; esto es: realizar cambios en sus operaciones para reducir dichas emisiones. Como es imposible operar con cero emisiones, en algún momento la empresa tiene que compensar invirtiendo, por un monto equivalente a sus emisiones netas, en certificados de carbono de otras organizaciones con una huella positiva. Existen muchos ejemplos; el más reciente es la inversión de $3,5 mil millones de la empresa Disney al comprar certificados de carbono de un proyecto forestal en Perú.

Cuando se han realizado las etapas anteriores en forma exitosa, la empresa está lista para solicitar su certificación de carbono-neutralidad, si así lo desea. Esta certificación se logra luego de la verificación de una tercera parte independiente (un auditor), debidamente acreditado.

Es importante considerar que la certificación de carbono-neutralidad obtenida por la empresa depende de la credibilidad del programa bajo el cual fue verificado. La certificación carbono-neutral costarricense, por ejemplo, es una buena opción para el mercado local. Sin embargo, si se busca reconocimiento en mercados internacionales, las empresas tendrán que eventualmente buscar otra alternativa y conseguir una certificación válida a nivel nacional e internacional.

¿Para qué certificarse carbono-neutral? Básicamente, son tres razones: a) búsqueda de eficiencia, b) diferenciación en el mercado y c) responsabilidad social.

Emprender medidas de mitigación abre la puerta a proyectos de mejora energética que traen consigo reducción de costos (menor factura eléctrica, de agua, de combustibles fósiles o de gas, y manejo de desechos o reducción de costos de empaque) y mejoras en la productividad. Es decir, este proceso de mitigación es probablemente el más importante y el que puede tener mayor impacto en la competitividad de la organización, a mediano y largo plazo.

La mitigación del carbono mejora la perspectiva de las empresas. Hay mercados internacionales más conscientes del problema y favorecerán, por ejemplo, productos que provengan de operaciones carbono-neutrales, abriendo la puerta a aumentar las ventas o eventualmente poder obtener precios premium.

Los mercados financieros también se suman. Ya en Wall Street hay movimientos (Carbon Project Disclosure) que verifican que las empresas estén llevando una medición de su huella de carbono, pues consideran fundamental el tema como parte de la evaluación de la sostenibilidad de la empresa a largo plazo, lo cual incide directamente en el precio de las acciones.

Por último, se debe tomar en cuenta el tema de la responsabilidad social empresarial. Es inobjetable que el calentamiento global es un fenómeno real, que está aquí, afectándonos a todos en mayor o menor medida. Reducir y neutralizar la huella de carbono es claramente un paso en la dirección correcta en la lucha por la conservación de nuestro planeta. Cada organización, grande o pequeña, puede hacer su aporte.

Es un tema que nos compete a todos y, en caso de ser atendido, debe hacerse en forma seria y responsable, siguiendo protocolos y metodologías probados y reconocidos. Como toda decisión en los negocios, debe ser evaluada como una parte integral de la estrategia de la organización.