Hace ya varios años, los servicios integrales de la Clínica de la C.C.S.S. en San Rafael, vienen en deterioro, y hoy por hoy colapsaron, todo ello, en perjuicio de la salud de esta noble población que conmemora sus 125 años de fundación cantonal, siendo este un regalo no muy bien recibido en el campo de salubridad.
Por tal, un notable grupo de distinguidos vecinos se ha dado a la tarea de buscar solución para que las instalaciones de esta Clínica sean agrandadas o bien construidas en otro lugar, para ofrecer y brindar los mejores y más requeridos servicios que atañen y solo atañen a la Caja, porque para eso fue creada y esa es su función primordial.
Resalto que este honorable grupo de vecinos, en sus loables preocupaciones, se han dado a la tarea de solicitar al Concejo Municipal, entre otros, que se les ceda el terrero aledaño a ese centro de salud, el cual es parte del Centro Cívico Cantonal, Prof. Francisca Valeria Badilla, y construir allí, las nuevas instalaciones de ese centro.
La idea traslúcida se ve muy bien, sus preocupaciones son excelentes; sin embargo, personalmente no la comparto, porque somos gran número de los asegurados rafaeleños que pagamos nuestras cuotas mensuales para con ello recibir un servicio óptimo, veraz y acorde a nuestras necesidades. Por lo tanto es inaudito que con un presupuesto tan oneroso como el de la Caja, tengamos los rafaeleños que darle a esa institución un terreno para que nos brinde servicio.
Soy un asiduo defensor del desarrollo integral rafaeleño, mas son las autoridades de la C.C.S.S. quienes deben velar y están en la obligación pronta y concreta a dar respuestas coherentes, rememorando que ya hace años se les dio el terreno donde se asienta la actual Clínica.
Considero que los terrenos del Centro Cívico fueron heredados para otro fin y, aunque la salud es primordial y va de la mano con la educación de las comunidades, es consorte único, decisivo y exclusivo de la junta directiva de la C.C.S.S., quien deben buscar la viabilidad a ese problema para responderles a los rafaeleños, quienes hemos sido muy tolerantes ante el deterioro del servicio de la clínica. No debemos darle a la Caja lo que a ellos por ley les compete resolver. Ellos están en la obligación de dar respuestas a las necesidades sentidas, en este caso a la salud de la población rafaeleña.