Es mejor un esfuerzo coordinado

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Una institución nueva como Sutel, que ha asumido sus obligaciones legales y en cinco años logra la consolidación de la apertura del mercado de telecomunicaciones, el cual ha generado un 3% del producto interno bruto (PIB) aproximadamente, es porque ha asumido su compromiso con responsabilidad.

La labor de la Sutel ha permitido, en el caso concreto de Fonatel, integrar las iniciativas del Acuerdo Social Digital, que consiste en tres perfiles de proyectos: del Ministerio de Educación (MEP), Ministerio de Ciencia y Tecnología (MICIT) y Ministerio de Salud, que han sido traducidos en proyectos ya en trámite de concurso para su adjudicación.

El esfuerzo coordinado, sobre el que se insistió desde el principio, consistía en identificar las entidades prestadoras de servicios públicos que serían beneficiadas con el despliegue de la red y el acceso a los servicios de telecomunicaciones.

¿Por qué coordinar? Primero, porque es necesario priorizar. Mediante un ejercicio objetivo, la Sutel realizó esa priorización. Hoy, dos años después, el Micitt produce un documento de priorización (“Ranking distrital de acceso a las TICS”) y, por suerte, ambos índices coinciden y, por dicha, no nos sentamos a esperarlo. Segundo, porque es necesaria la identificación de las entidades beneficiarias, incluyendo su georreferenciación. Esto no es compartir información para que Sutel se beneficie, como recientemente afirmó el viceministro del MEP; es compartir la información que beneficie a las escuelas y colegios, a fin de que no dupliquemos esfuerzos innecesariamente.

Otro tema en el que se ha insistido es el proceso del concurso para asignar los recursos. No se ha encontrado otro mecanismo que garantice la maximización de los fondos y su asignación en forma transparente y participativa. Así quedó demostrado en la última audiencia pre-cartel de los proyectos de Fonatel para la Zona Norte, a la que acudieron en forma proactiva más de doce empresas interesadas. Así lo manifestaron la Cámara de Infocomunicación y Tecnología en una reciente publicación y el mismo Instituto Costarricense de Electricidad, que se prepara para participar en los próximos concursos.

Finalmente, Fonatel se creó para financiar el desarrollo de infraestructura de telecomunicaciones en zonas donde resulte deficitario por las condiciones geográficas y de vulnerabilidad de las poblaciones. Es decir, el Fondo está para subsidiar donde la prestación de los servicios no es rentable y a los habitantes del país sin suficientes recursos para acceder a ellos. Esto no es un tecnicismo y, menos, una burla, sino un mandato de ley que debemos cumplir todos los involucrados con el desarrollo de las telecomunicaciones en Costa Rica.