Epidemia mundial de noticias falsas

La búsqueda de la verdad es básica para todo profesional, pero para el periodista es vital

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Importantísimo el editorial de La Nación del domingo 23 de abril, que lleva este mismo título.

La búsqueda de la verdad es básica para todo profesional, pero para el periodista es vital. Toda investigación, entrevista o reportaje elaborado por un periodista debe tener como fin buscar la verdad y darla a conocer.

La formación universitaria de un periodista le hace saber que debe brindar información verdadera, debe buscar datos para sustentarla y sus fuentes deben ser confiables; sin embargo, quienes se dedican a informar hoy no necesariamente son periodistas y muchas veces ni siquiera tienen una formación universitaria.

La universidad no nos asegura que todos sus alumnos vivirán la ética, pero por lo menos brinda los conocimientos y la madurez que dan los estudios y el tiempo para que ellos sepan que sus publicaciones tienen consecuencias.

Desplazamiento. Impresiona ver cómo periodistas de mucha trayectoria, ética comprobada, cultura y conocimientos sólidos están sin trabajo y son desplazados por jóvenes con voz bonita y sin estudios que, por poseer una cuenta en cada una de las redes sociales y tirar un par de videos morbosos al aire, consiguen obtener un “tiraje de ejemplares” que no logra periódico alguno de su país.

Esta revolución social donde con noticias falsas se logra obtener más penetración en las redes sociales que con una investigación periodística de calidad está haciendo mella en muchos países.

El editorial citado asegura que Alemania se adelantó a legislar contra la información falsa e impondrá multas hasta de 50 millones de euros. Será más interesante todavía cuando empresas como Facebook tengan que decidir cuáles contenidos son ilegales en Alemania y cómo harán para pagar las multas venideras.

El nuevo orden mundial es diariamente nuevo y los medios de comunicación y las redes sociales deben ser tema de análisis de cada terrícola. En nuestro entorno es un asunto que debe ser estudiado con profundidad y difundido por universidades, gremios de periodistas, gobernantes y legisladores. Los partidos políticos deben estar muy atentos también.

Las noticias falsas son capaces de hacer desmoronarse a una persona, pueden ocasionar la quiebra de un banco o la caída de un gobierno, y lo más importante: hacen que el ser humano deje de creer en sí mismo.

La autora es comunicadora.