En materia económica ¡estamos cumpliendo!

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Nuestro país logró enfrentar, de manera satisfactoria, la crisis económica internacional del 2008-2009, a pesar de su magnitud y profundidad, recuperando rápidamente la senda del crecimiento y manteniendo la estabilidad interna.

Entorno complejo. Desde el inicio del Gobierno nos encontramos con un entorno económico externo complejo e incierto. Nuestro país, una economía pequeña y abierta al comercio exterior y a las corrientes de capital, navegó por aguas turbulentas –caracterizadas por la recesión y el desempleo–, no vistas desde los años treinta del siglo pasado, con preocupaciones sobre la sostenibilidad fiscal y financiera, de cesación de pago y reestructuración de deudas de algunos países del Primer Mundo y, posteriormente, una política monetaria expansiva en las economías avanzadas, sus principales socios comerciales.

Estos factores de naturaleza externa tuvieron un impacto negativo en el desempeño económico: el menor impulso de la demanda por nuestras exportaciones de bienes y servicios debilitó el crecimiento, y la alta liquidez de los mercados financieros mundiales propició fuertes corrientes de capital, que amenazaron la estabilidad macroeconómica y provocaron una apreciación del colón que afectó adversamente la producción nacional.

Sin embargo, como secuela de la crisis, el alto desequilibrio en las finanzas gubernamentales sigue siendo la piedra en el zapato de la situación económica del país. La coyuntura del 2008-2009 condujo a un aumento importante en el déficit, debido a la caída en la recaudación, provocada por la contracción del gasto de consumidores y empresas –en particular, en bienes importados–, y al aumento en el gasto público recurrente que las autoridades en aquel momento decidieron implementar como mecanismo para mitigar los efectos de la recesión internacional.

Desafortunadamente, pese a la recuperación económica, la carga impositiva no regresó a los niveles “pre-crisis”, mientras que el gasto gubernamental, aunque se dio en rubros importantes para el desarrollo económico y social, resulta, por su naturaleza, muy difícil de ajustar con el fin de corregir el desequilibrio en las finanzas gubernamentales.

Problema fiscal. Conscientes de la delicada situación fiscal, desde el inicio del Gobierno se ha hecho un gran esfuerzo para reducir sustancialmente la tasa de crecimiento del gasto público sin afectar la inversión social y en infraestructura, y mejorar la recaudación de impuestos. Con el fin de resolver el problema fiscal, el Gobierno presentó un plan basado en cuatro elementos: el Proyecto de Ley de Solidaridad Tributaria, que aumentaría la carga tributaria de manera progresiva y que fue aprobado en primer debate después de 18 meses de discusión, pero que, desafortunadamente fue frenado por la Sala Constitucional, debido a aspectos de procedimiento. El Congreso aprobó además los otros tres proyectos de la estrategia fiscal: la Ley de Transparencia Fiscal, la Ley de Fortalecimiento de la Gestión Tributaria y la autorización para emitir bonos en el extranjero. Esa estrategia fue seguida, incluso en medio del proceso electoral, por un diálogo nacional, liderado por el ministro de Hacienda, para buscar una solución permanente del problema fiscal.

Deuda pública. Asimismo, se ha mejorado significativamente la gestión de la deuda pública a través de un acceso responsable al endeudamiento externo y de cambios en las políticas de emisión de deuda en el mercado local. Esto contribuyó, junto con la enérgica intervención de la señora presidenta en noviembre del 2012, a una reducción de la tasa de interés en moneda local, de alrededor de 5 puntos porcentuales, a una tasa del 6,5%, beneficiando así a los deudores en moneda local y a la viabilidad de nuevos proyectos de inversión privados al reducir su costo de financiamiento.

Tasa de inflación. Del mismo modo, gracias al compromiso del Banco Central con la estabilidad, la tasa de inflación se ha reducido y estabilizado, consolidando así los avances en el logro de un nivel de precios bajo y estable.

El aumento del costo de la vida se redujo en el 2013 a un 3,68%, la inflación más baja de los últimas tres décadas.

No debemos olvidar que la estabilidad de precios es un elemento fundamental para facilitar el crecimiento económico, y que la inflación es un impuesto que afecta particularmente a los grupos más débiles de nuestra población.

Negocios y competitividad. En acciones enfocadas en el medio plazo, mucho más allá de nuestro cuatrienio, esta Administración se ha concentrado en poner en marcha medidas conducentes a fortalecer la competitividad del país y, específicamente, en el mejoramiento del clima de negocios, necesario no solo para atraer inversión extranjera, sino también para fortalecer el emprendedurismo local, especialmente en el caso de las micro-, pequeñas y medianas empresas. El trabajo realizado para reducir trámites, fortalecer y ampliar la educación técnica, mejorar la infraestructura y crear un clima más favorable de negocios ha sido reconocido por el Banco Mundial y por el Foro Económico Mundial. Recientemente, el Índice de Capital Humano publicado por el Foro Económico Mundial destaca a Costa Rica como el primer país latinoamericano en ofrecer las mejores condiciones para promover su fuerza laboral y talento local, y nos coloca en el puesto 35 entre 122 países.

Producción y empleo. Hemos alcanzando un crecimiento real anual promedio de la producción, de un 4,5%, en un entorno mundial caracterizado por el estancamiento, y las exportaciones de bienes y servicios superaron las metas fijadas en el Plan Nacional 2010-2014. Estos resultados y la estabilidad de precios y financiera han permitido una mejora sustancial en las oportunidades de trabajo, ya que se crearon, entre el tercer trimestre del 2010 y el cuarto trimestre de 2013, alrededor de 168.100 nuevos puestos de trabajo, disminuyendo así la tasa de desempleo, de niveles superiores al 10% a una tasa inferior al 8,5% al final del 2013.

Proyecciones. Las proyecciones de un mejor año para la economía internacional auguran un mayor crecimiento todavía para nuestra economía y bienestar para los costarricenses, así como también la creación de más y mejores puestos de trabajo. Estamos convencidos de que el país ha tomado el camino correcto en el ámbito económico.