Empréstitos y universidades

Dudas sobre los alcances del empréstito del Banco Mundial a las universidades públicas

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Lenta pero progresivamente la polémica sobre el empréstito de las universidades públicas con el Banco Mundial empezó a calentar el campus universitario. Las preguntas en las aulas eran poco frecuentes, pero con la información que publica este diario, el día lunes 24 de octubre, se multiplicaron. Un ejemplo de ello se suscitó en una clase de Derecho. La primera pregunta surgió recién iniciada la lección:

- ¿Por qué se distanciaron la rectora Yamileth González y el vicerrector Henning Jensen después de ocho años de trabajar en equipo?

- Pues, como en cualquier relación, porque se extinguió la confianza o porque las expectativas electorales generan tanta división como la repartición de una herencia.

La segunda pregunta surge en el acto: - ¿Y podrían afectar esos préstamos la autonomía universitaria?

- Debo reconocer que, según lo publicado en el diario La Nación , que es la única información que ha trascendido, sí caben motivos jurídicos para la reflexión...

- Pero, profesor, ya don Henning había citado un párrafo donde decía que el Banco Mundial no ve con agrado tanta autonomía de parte del Estado para con las universidades públicas, ¿y eso no le parecía riesgoso?

- Pues sí, tiene razón, pero el préstamo lo está contrayendo el Estado, no las universidades.

- Pero, profesor, si el Estado transfiere esos dineros a las universidades lo hará bajo los términos o las “condicionalidades” que le impone el Banco Mundial, y usted sabe que esebanco no alimenta aves migratorias, sino que le gusta engordarlas para comérselas en Navidad.

- Confío en que doña Yamileth y los otros rectores que negociaron, héroes de mil batallas en materia de autonomía, no se dejarían engatusar con un tema tan álgido... Pero, también debo reconocer que el Dr. Jensen es un universitario que ha dado luchas importantes y, según la información que circuló, su alerta tiene un buen grado de fundamento, porque el requerimiento de “incrementar la matrícula principalmente en áreas que son fundamentales para el desarrollo” será motivo de conjeturas y deliberaciones filosóficas, propias de un recinto universitario que se precie de tal, amén que desde el punto de vista jurídico sí es plausible pensar en un roce con la autonomía presupuestaria y con la propia autonomía académica.

- Profesor, entonces, ¿no se justificaba su destitución?

- Recuerden que en buena técnica jurídica el término “destitución” no es el más afortunado para sustituir a un funcionario de confianza. En otras palabras, su temporalidad depende de criterios de oportunidad y conveniencia para el jerarca y no necesariamente de la conducta del subalterno. Desde que se asume la titularidad del puesto, se lleva bajo el brazo la carta de renuncia, para hacerlo más elegante, o la de alternabilidad, en cuyo caso no caben los recursos de amparo, ni las imputaciones de censura o arbitrariedad.

- Y ¿ha habido algún otro antecedente que haya generado polémica entre autonomía y transferencias presupuestarias?

- Bueno, cuando se acuñó el fuero autonómico no se podía prever todas las eventualidades, pero sí recuerdo, cuando me desempeñaba como abogado de la universidad, que un impuesto que se pretendía para financiar el Recinto de Paraíso en Cartago tropezó con el problema que el diputado proponente quería consignarlo expresa y exclusivamente para ese destino, lo cual rozaba con la libre disponibilidad de los recursos y la autonomía presupuestaria.

- Pero, profesor, si la autonomía universitaria es una garantía salvaguardada en la Constitución Política, ¿por qué entonces no se ha escuchado la opinión de los jefes de las oficinas jurídicas de estas instituciones?

- Es una observación válida; aunque no puedo asegurar que no se hayan dado –al menos reconozco que no se han publicado en la sección de Opinión de este diario, que fue donde se encendió la mecha (En vela, La Nación , 5 de octubre pasado )–. Y la pregunta es pertinente porque, si eventualmente se interpone alguna inconstitucionalidad contra estos empréstitos, serán las oficinas jurídicas las que tendrán que quemarse las pestañas para argumentar en contrario, amén que, por Estatuto Orgánico, estas Oficinas debieron asesorar en el proceso de negociación.

- En una universidad pública ¿puede el rector comprometerse con un empréstito de esta naturaleza sin la venia de los demás órganos?

- Por razones jurídicas e institucionales no es viable que ello ocurra.

- Y, profesor, una última pregunta: ¿afectará esta polémica la próxima elección de la rectoría en la UCR?

- Bueno, sin duda los “megaproyectos” que se pretenden financiar han sido uno de los temas estrella de la administración actual y, aunque son producto de la planificación de todo un equipo, su artífice ha sido el vicerrector de Administración, don Héctor González, casualmente, el otro candidato que competirá con don Henning. Por eso, sin pretender ser ningún oráculo, podríamos suponer que la implosión o la expansión que ocurra en la vida de esa estrella vinculará los resultados de esa elección, como lo hace la fuerza de atracción gravitatoria de la Luna con los flujos y reflujos de las mareas.