Elecciones 2006: conteo nunca se detuvo

Lo que afirman Berrocal y Solís es totalmente falso

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El señor Ottón Solís (La Nación, 07/11/12, pág. 35A), hace eco de unas declaraciones de don Fernando Berrocal y considera “una estocada mortal al corazón de la credibilidad del TSE (...)”, que la noche de las elecciones del 5 de febrero de 2006 el TSE detuviera el conteo de votos a petición de la cúpula de don Óscar Arias, cuyas presiones – en forma temeraria– califica de “exitosas”.

Para ese entonces era yo el director ejecutivo del TSE y además fui el responsable del programa de Transmisión de Datos desde las elecciones de 1986 hasta las de 2010, ambas inclusive.

En tal condición, he de manifestar que lo que se afirma es totalmente falso y las pruebas están a la mano. Suficiente citar, por ejemplo, que a las 3 de la mañana del día 6 de febrero de 2006, emitimos el corte número 35 con más de 4.850 juntas computadas y con una diferencia entre los señores Arias y Solís de 7.720 a favor del primero.

De ahí en adelante, continuamos un trabajo ininterrumpido de más de 21 horas, hasta llegar al corte número 62 que se produjo a las 3 de la tarde y 15 minutos de ese mismo día, el cual contempló 5.451mesas y daba una diferencia entre ambos de 3.250 votos.

Durante esa extensa jornada, no recibí la menor insinuación, sugerencia y, menos aún, “orden” de suspender el conteo, prueba de lo cual es que continuamos trabajando hasta las 3 de la tarde como fácilmente se demuestra. Toda la documentación está en el TSE para quienes la deseen corroborar.

Por otra parte, en cuanto al resultado final de la elección y ante las dudas que, sin fundamento alguno, de cuando en cuando se siembran, valga mencionar que la noche de la elección y hasta el corte número 62 se computaron los votos de 5.451 mesas, lo que dejó un remanente de 712, de las cuales no se recibió información de 438 y 274 se consignaron como “inconsistentes”, no las 712. Este calificativo debe entenderse únicamente en el sentido de que el resultado de la votación de esas 274 juntas no se pudo procesar dentro del cómputo provisional y en modo alguno significa que en esas mesas se hubiesen detectado anomalías, irregularidades o violaciones a la ley electoral.

En relación con este tema, es necesario señalar que en aquella oportunidad funcionarios de la Unidad de Estadística de la Dirección Ejecutiva del TSE efectuaron un análisis del comportamiento de la votación, de las diferencias que se fueron reflejando en los cortes y del impacto producido por las 712 mesas que no se pudieron computar. Del estudio realizado se determinó que el PAC obtuvo ventaja en las mesas de la zona urbana, mientras que el PLN en las zonas rurales y mixtas.

En el corte 33 emitido a las 2:30 horas del 6 de febrero, la diferencia a favor del PLN llegó a su punto más alto en el transcurso del procesamiento provisional (9.185 votos) cuando se habían computado 4.747 mesas de las cuales 2.049 se ubicaban en zona urbana (43,16%) mientras que 2.698 (56,88%) eran de las zonas no urbanas.

En los siguientes cortes, o sea del 34 al 62, se procesaron 704 juntas en las que se dio una relación a la inversa: 57,53% eran de zona urbana y 42,48% de las zonas rural o mixta. Esto produjo que la diferencia entre ambos partidos se redujera a 3.250 votos, siempre a favor del PLN.

En cuanto a las 712 mesas, su composición era la siguiente: 232 en zona urbana para un 32,58% y 480 en la zona rural o mixta (67,42%), lo que explica la diferencia que en este grupo obtuvo a su favor el PLN y concuerda con la tendencia que se dio en el transcurso del procesamiento de los datos.

Del corte 33 al 61 en que se digitó el resultado de 704 mesas preponderantemente urbanas, el PAC obtuvo una ventaja de aproximadamente 6.000 votos sin que esto tuviera nada de irregular, como tampoco lo fue que el PLN ampliara la diferencia en las 712 juntas faltantes e inconsistentes de las que, como ya se dijo, un 67,42% correspondían a las zonas rural y mixta.

Esta distribución refleja que la tendencia finalmente observada al completarse el escrutinio definitivo –en el que la ventaja del PLN se acrecentó a 18.167 votos– fue absolutamente normal, habida cuenta del comportamiento que se dio durante todo el procesamiento de los datos en cuanto a la votación recibida para cada uno de los dos partidos mencionados.

Ante estos hechos queda claro que quienes participamos en el programa de Transmisión de Datos (y esto incluía también a funcionarios del ICE, Racsa y Correos de Costa Rica) actuamos con total transparencia y honestidad, que el conteo no se detuvo y que no existe razón alguna para poner en entredicho la credibilidad del TSE.