El sueño del PASE

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Después de leer el artículo publicado en La Nación , el pasado 27 de setiembre, firmado por don Óscar López, considero necesario aclarar algunos puntos.

Dice el señor López que el PASE le ha dado “visibilidad” a la Ley 7600; además que, en la “aprobación” de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPCD), su partido tuvo participación visible. En ese momento, l996, el partido, como tal, ni siquiera existía por lo que ni él ni el PASE tuvieron injerencia alguna en el proceso, como sí la tuvimos activamente miembros de organizaciones de personas con discapacidad de la mayoría de los países del mundo y otros representantes de la sociedad civil.

Gracias a los esfuerzos de un costarricense con discapacidad (que no es precisamente el señor López) se obtuvieron fondos para garantizar la participación de decenas de personas con discapacidad de Latinoamérica y otros países en las reuniones de las Naciones Unidas, en Nueva York, a través de lo que se llamó “Proyecto Sur-Sur”. Ahí, durante cuatro años, se discutió y se llevó a cabo la redacción del texto de la Convención que, finalmente, aprobó la Asamblea General de dicha organización y que, ahora, ha sido ratificada por nuestro país (Ley 8661).

Lo más lamentable es que, si se lee el reciente Informe Alternativo que elaboraron las organizaciones de la sociedad civil de Costa Rica, allí se evidencia el incumplimiento del Estado costarricense sobre muchas obligaciones relacionadas con la Convención. Y, si esa es la realidad, resulta fácil concluir que ni el PASE ni sus representantes en el Congreso han sido determinantes para mejorar la penosa realidad a la que se enfrentan las personas con discapacidad en nuestro país. Personas cansadas del discurso, y esperanzadas de conseguir una vida digna, con verdadero compromiso y sin demagogia.

Por eso, todo lo que don Óscar le atribuye al PASE parece un sueño que, para verse cumplido, necesita convertir su discurso en hechos tangibles.