El Reino Unido da la espalda a liderar la libertad de prensa

La invitación de Londres al príncipe heredero saudita, sospechoso de ordenar el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, devalúa los esfuerzos de los que apoyaron la campaña global a favor de los medios independientes

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En julio del 2019, el secretario de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Jeremy Hunt, lanzó una campaña mundial por la libertad de prensa en una conferencia en Londres, coorganizada por el gobierno canadiense. “Hoy nos acompañan delegaciones de más de 100 países... nunca antes se habían unido tantos países en esta causa”, anunció con orgullo. El evento estableció la Coalición por la Libertad de los Medios, y desde entonces se han unido más de 50 países.

El impulso detrás de la iniciativa de libertad de prensa fue el asesinato en octubre del 2018 del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudita en Estambul. El espantoso asesinato de Khashoggi fue autorizado por el Estado y orquestado por personas de los niveles más altos del régimen saudita. Tras su muerte, la libertad de prensa rápidamente pasó a ocupar un lugar destacado en la agenda de política exterior del gobierno del Reino Unido.

La campaña por la libertad de los medios representó una rara pausa en el tenso clima geopolítico que siguió al referendo del brexit del 2016 y la elección del presidente estadounidense Donald Trump. También, fue una oportunidad única para que el Reino Unido ofreciera un liderazgo genuino en una cuestión que la comunidad internacional había pasado por alto en gran medida.

La conferencia de julio del 2019 logró atraer una participación gubernamental significativa (aunque no espectacular) y recibió apoyo de grupos de la sociedad civil de todo el mundo.

Destacadas figuras se unieron a la iniciativa, incluida la abogada de derechos humanos Amal Clooney, quien fue nombrada enviada especial del Reino Unido para la libertad de prensa. A menor escala, durante mi estancia en BBC Media Action, organicé una reunión de importantes organizaciones internacionales de apoyo a los medios de comunicación en Londres.

El objetivo era ayudar en la organización de la conferencia, un proceso que inicialmente requirió abordar las preocupaciones de que el esfuerzo era simplemente un ejercicio de relaciones públicas posbrexit. Muchas otras personas y organizaciones dedicaron su tiempo, así como su reputación personal y profesional, para garantizar que la conferencia y la campaña posterior arrojaran resultados tangibles.

Compromiso en duda

Pero la reciente decisión del gobierno británico de invitar al príncipe heredero saudita Mohammed bin Salmán (ampliamente conocido como MBS), a quien las agencias de inteligencia estadounidenses identificaron como autor del asesinato de Khashoggi, pone en duda su compromiso con la libertad de prensa.

Para ser justos, al intentar restablecer los vínculos económicos y políticos con Arabia Saudita, el primer ministro británico, Rishi Sunak, sigue los pasos del presidente francés, Emmanuel Macron, el presidente estadounidense, Joe Biden, y otros líderes, todos los cuales han enfrentado acusaciones de hipocresía por parte de organizaciones de derechos humanos. Dada la actual debilidad económica del Reino Unido, es posible que a Sunak le haya resultado más difícil contrarrestar la tendencia.

Pero, dejando de lado la hipocresía, la próxima visita de MBS a Londres echa por tierra toda ilusión de que el Reino Unido pueda proporcionar el liderazgo moral necesario para defender la democracia, la libertad de prensa o el orden internacional basado en normas. Peor aún, devalúa los esfuerzos de quienes apoyaron sus iniciativas.

Es cierto que la campaña por la libertad de los medios y las conferencias de seguimiento han tenido poco impacto. Si bien han motivado a gobiernos y partes interesadas con ideas afines a reafirmar su compromiso con la causa, son mucho menos eficaces para frenar los ataques a periodistas o abordar los desafíos políticos y financieros que enfrentan las organizaciones de noticias independientes en todo el mundo.

La propia credibilidad del Reino Unido también se ha visto afectada. En setiembre del 2020, Clooney renunció a su cargo de enviada para la libertad de prensa en relación con el proyecto de ley de mercado interno del gobierno, que tenía como objetivo regular el comercio interno posterior al brexit y, como reconoció el propio gobierno, violaba el derecho internacional.

Apoyo a los medios

La campaña del gobierno no ha logrado el objetivo de producir una estrategia coordinada internacionalmente y adecuadamente financiada para apoyar a los medios de interés público. Sorprendentemente, los recursos proporcionados por el gobierno del Reino Unido para el apoyo de los medios internacionales en realidad han disminuido en los últimos años, a pesar de sus promesas de aumentar la financiación.

De manera similar, los presupuestos de ayuda financiera de otros miembros destacados de la coalición, como Canadá y los Países Bajos, se han mantenido prácticamente sin cambios.

Los medios de comunicación vibrantes e independientes siguen siendo la mejor defensa contra la autocracia. Pero mientras las organizaciones de noticias enfrentan una crisis financiera existencial, la perspectiva de una estrategia global coordinada y bien financiada para apoyar al periodismo sigue siendo casi tan lejana como cuando se lanzó la iniciativa por la libertad de los medios hace más de cuatro años.

Como observó Hunt, el hecho de que Khashoggi fuera asesinado dentro de una misión diplomática representaba una clara amenaza al orden internacional basado en reglas. Inicialmente, la campaña de Hunt por la libertad de los medios de comunicación parecía ser una respuesta seria a esta amenaza y una muy necesaria demostración de liderazgo político, y la Coalición por la Libertad de los Medios, actualmente copresidida por Estonia y los Países Bajos, aún podría producir resultados significativos.

Varios países, como Francia y Estados Unidos, han aumentado recientemente su apoyo a los medios independientes, en parte a través de iniciativas como el Fondo Internacional para Medios de Interés Público (que yo cofundé).

Pero la próxima visita de MBS al Reino Unido sugiere que el Reino Unido y otros países están vacilando en su compromiso de proteger la libertad de prensa. Si el gobierno británico realmente quiere defender la democracia y proteger el orden internacional basado en reglas, debería dedicar fondos significativos para apoyar a las organizaciones de noticias de interés público y cumplir su promesa de “apoyar a aquellos que buscan informar la verdad y dar luz a los hechos”.

James Deane, exdirector de Políticas e Investigación de BBC Media Action, es cofundador del Fondo Internacional para Medios de Interés Público y consultor independiente.

© Project Syndicate 1995–2023