El país merece propuestas concretas

Los aspirantes a la presidencia deben decir qué van a hacer, cómo, cuándo y con qué lo llevarán a cabo

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El top 5 de los asuntos importantes para tomar en cuenta durante la campaña política gira alrededor de la seguridad ciudadana, el desempleo, el déficit fiscal, la pobre infraestructura de transporte y la corrupción. Sin que exista un orden preciso, todos son problemas urgentes en los que el votante quiere mucho más que promesas al aire.

La tan trillada estrategia política de ofrecer más seguridad, más empleo, mejores carreteras, trenes y servicios de transporte, reducir el déficit fiscal y eliminar la corrupción, no le va a generar ni un voto a ninguno de los candidatos.

No es posible que el país no pueda ofrecer empleo a los jóvenes que con gran esfuerzo se gradúan de las universidades o a los adultos de más de 45 años; no es posible que el país acepte tener jóvenes que ni estudian, ni trabajan.

No es aceptable que nuestros vecinos de Nicaragua y Panamá, que también están en las rutas del narcotráfico, tengan indicadores de seguridad ciudadana mucho mejores que los nuestros, que estamos en medio de ellos dos. Nuestros índices de criminalidad ya son alarmantes.

No es aceptable que solo superemos en América Latina a Paraguay y Haití en carreteras, trenes, puertos y aeropuertos. Tampoco que por politiquería los mismos partidos que hoy se disputan la presidencia no hayan podido alcanzar acuerdos en los últimos cuatro gobiernos para eliminar el déficit fiscal y que cada cuatrienio tengamos un nuevo escándalo que llena los tabloides, desgasta la credibilidad y enfurece al pueblo, que ve cómo algunos pocos con poder se llenan los bolsillos de manera absolutamente inmoral o ilegal.

En busca de respuestas. En esta campaña, cada propuesta al electorado debe responder a las preguntas qué, cómo, quién y cuándo. ¿Qué propone el candidato para cada uno de estos problemas y muchos otros? ¿Cómo piensan el candidato y su partido llevar a cabo lo que proponen? ¿Cuáles serán las acciones concretas para cumplir lo prometido? ¿Quiénes serán dentro de su gobierno las personas calificadas, honradas y ejecutivas a cargo de cada una de las acciones necesarias para convertir en realidad lo que se propone? ¿Y para qué fecha, firmada con sangre, estará cumplida cada promesa? Cada obra, ley o decreto debe tener un cronograma dentro de un plan concreto, en el cual se comprometa el nuevo gobierno en una fecha definida.

Tampoco será valida la propuesta del cambio por el solo hecho de cambiar. Quien proponga cambio deberá demostrar, con mayor ahínco, por qué es necesario el cambio, qué va a cambiar y decir si cuenta con la gente idónea para llevar a cabo un cambio positivo. Además, deberá responder cuáles serán los beneficios para el país.

Costa Rica merece propuestas concretas, ligadas a planes bien desarrollados y con el mejor equipo posible para ejecutarlos. Merece un compromiso de todos los partidos políticos para buscar con esmero y transparencia los acuerdos necesarios para que los principales problemas se ataquen de forma expedita y con el apoyo total de todas las partes.

La receta puede ser tan simple como ofrecer llevar el desempleo al 5 %, reducir la pobreza del 20 % al 17,5 %, aumentar la fuerza policial en 5.000 oficiales, tomar los barrios problemáticos, reducir el déficit al 4 % del PIB, crear una unidad anticorrupción en la Fiscalía y construir 500 km de carreteras nuevas. Eso sería el qué, y lo más fácil de ofrecer. El cómo, quién y cuándo corresponde a cada candidato presentarlo.

Los aspirantes a la presidencia deben demostrar poseer un liderazgo fuerte y capacidad de tomar decisiones valientes para alcanzar consensos para dirigir el país con visión hacia el futuro y conciencia del presente.

Los problemas que deben resolverse son de larga data y hemos sido incapaces en los últimos veinte años de llegar a acuerdos. Es hora de que esto cambie, pero se requiere del aporte de todos.

Reinventemos Costa Rica, el reto se inicia por tener claridad de hacia dónde vamos y planificar cómo llegar allí en el plazo que nos proponemos.

El autor es ingeniero civil.