Con relación a las declaraciones atribuidas al actual jerarca del MOPT, en la nota “País construye carreteras con manual escrito en 1977”, publicadas en la página 6A de La Nación del pasado 16 de diciembre, me permito aclarar algunas imprecisiones, por cuanto no puede decirse que el manual contratado en 2000 fue “engavetado en las oficinas ministeriales”, ni que “durante la siguiente década, no hubo interés en mejorar la normativa y fue hasta ahora, con un convenio con el Lanamme, que se logra el nuevo manual”.
En primer lugar, el manual recién hecho público por Lanamme no es producto de un convenio reciente, sino que la Ley No. 8114 dispuso que el Lanamme generara periódicamente un manual de especificaciones para obras viales. Así, la decisión política catalizadora es del Gobierno del período 1998-2002, que logró impulsar la Ley No. 8114, decisión muy acertada, por cuanto qué ente mejor que el mismo Lanamme para generar normativa moderna en su especialidad, basada además en los proyectos de investigación que por ley le corresponden.
Los jerarcas del MOPT durante el período 2006-2010, por otro lado, siempre apoyamos, incentivamos y urgimos la concreción del manual, habiendo constituido un comité de apoyo y revisión, así como habiendo coadyuvado con el giro de los recursos que por ley le corresponden a Lanamme, girándolos sistemáticamente durante los primeros años de nuestra gestión y luego apoyando una reforma a la Ley No. 8114 que permitió que dichos recursos le fuesen girados sin pasar por las arcas ministeriales.
En segundo lugar, el manual de especificaciones contratado en 2000 no fue aprobado por quienes gestionaron su contratación, ni siquiera por sus sucesores, que crearon una serie de comités técnicos que nunca aprobaron su uso. Cuando el anterior gobierno asumió, retomamos el tema, conscientes de que era inconveniente que dicho manual hubiese sido recibido y pagado muchos años atrás, sin que hubiera sido oficializado; sin embargo, luego de que los diferentes especialistas del MOPT y de Conavi hicieron sus últimas revisiones, siempre hubo observaciones de peso y fue remitido a revisión al Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos, que años atrás había conformado una comisión técnica para generar una ambiciosa normativa para construcción de carreteras.
Cuando el Colegio Federado se pronunció, ya en 2009, Lanamme estaba a semanas de generar el primer borrador de su manual y consideramos más conveniente que todos los esfuerzos precedentes fuesen tomados como insumo por el Lanamme y que el manual finalmente publicado viniese amparado en su experiencia, formación académica e investigaciones. Indudablemente ningún manual será óptimo hasta que se pruebe en la práctica y haya retroalimentación de años; sin embargo, el sello de Lanamme limita las discusiones a un plano técnico, excluyendo el reproche político amarillista por aprobar algo que no puede ser perfecto de partida.
Manual mejorado. Finalmente, si bien es cierto que el manual de 1977 ha tenido vigencia reciente, en la mayoría de aspectos medulares ha sido mejorado y ampliado, no solamente durante la Administración 2006-2010, sino que durante buena parte de la última década; teniendo presente que las especificaciones especiales y las disposiciones generales prevalecen sobre el manual.
Rescato, por ejemplo, el compendio de disposiciones de la Administración 1998-2002, que incorporó mejores y más modernas regulaciones en materia de contratación administrativa, mezclas asfálticas, estimación de costos, rubros de conservación vial, administración de proyectos y gestión de calidad.
Adicionalmente, el Conavi históricamente actualizó la normativa por medio de especificaciones especiales, modernizando los trabajos y haciéndolos específicos para cada caso particular.
La Administración 2006-2010 revisó y modernizó las especificaciones especiales de todos los proyectos que ejecutamos, tanto para obra nueva como para conservación vial, habiendo constituido modernas especificaciones que le permitirán a este Gobierno no limitarse a hacer reparaciones, sino también continuar con nuestras políticas de refuerzo estructural de pavimentos, seguridad vial y reducción de la vulnerabilidad a derrumbes y deslizamientos, además de criterios más severos para multar la calidad deficitaria.
La Administración 2006-2010 adicionalmente generó las más modernas especificaciones para mezclas asfálticas que se hayan usado en Centroamérica, habiendo comenzado con la nueva carretera entre Quepos y Dominical, donde se emplearon aditivos poliméricos y hubo especificaciones por desempeño de la mezcla asfáltica, optimizando su respuesta ante los modos de falla más típicos, por deformación plástica, por agrietamiento y por humedad; normativa que finalmente quedó oficializada y universalizada desde 2009, por medio de una disposición general posteriormente incorporada por Lanamme en su nuevo manual.
Sin olvidar que mejoramos la normativa para el mantenimiento de caminos en lastre y tierra, aprobamos el primer reglamento para diseño y construcción de barreras de contención, generamos normativa para lechadas asfálticas, avanzamos en el concepto de mezclas asfálticas en frío, e introdujimos el uso de pintura termoplástica y el uso de geotextiles; ejemplos de las innovaciones tecnológicas que aplicamos y que distan mucho de obedecer prácticas de más de 30 años.