El metro es necesario y posible

Las presas son el resultado de una competencia entre los habitantes de la GAM

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Son las 7 de la mañana. De acuerdo con Waze, en carro, de Curridabat a La Uruca (11 km de distancia) tardamos 50 minutos; media hora de Alajuelita a Guadalupe (10 km); y 26 minutos de Tibás a Desamparados (8 km). Es decir, nos movilizamos a menos de 20 km por hora. Eso es en carro. En autobús, seguramente, a menos de 10 km por hora. Inaceptable.

Las presas son el resultado de una competencia por desplazarnos entre los 2,5 millones de habitantes de la GAM. Desde el punto de vista productivo, casi el 60% de la población económicamente activa se ve afectada por esos embotellamientos. Además, la ausencia de sistemas eficientes de transporte público dispara el crecimiento en el parque vehicular, que ya llega al millón y medio de carros. Para reducir las presas, la verdadera solución es construir sistemas eficientes de transporte público.

Existen ya planes maduros para poner en funcionamiento un tren metropolitano moderno y de doble vía para conectar Cartago-San José-Heredia y Alajuela. La fortaleza de este proyecto es que ya existen los derechos de vía ferroviaria, pero a su vez eso limita su cobertura y no resuelve la movilización entre San José y los cantones vecinos.

También contamos con planes para unir todas las rutas de buses de un mismo sector y alimentar desde los poblados pequeños a los autobuses que transitarían por la arteria principal, en vez de que todos entren al centro de San José. Si esto se complementa con carriles de uso exclusivo (como en Bogotá), el sistema funcionaría más rápido, pero eliminaría todo un carril para el uso de los vehículos privados; es decir, competirían por el mismo y reducido espacio que existe hoy.

Propuesta. Hace cuatro años el entonces candidato Rodolfo Piza propuso la construcción de la primera línea de metro. Su propuesta fue coincidente con una iniciativa que se desarrollaba en el Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos con ese mismo objetivo. El Colegio entregó recientemente al país un estudio de prefactibilidad para la construcción del metro, proyecto que va a requerir de un decidido apoyo político para ejecutarse.

La construcción de la línea 1 cuesta alrededor de $1.000 millones para una distancia de diez kilómetros, con 13 estaciones y equipo rodante. A manera de ejemplo, un financiamiento de ese monto a 30 años nos pone a pensar que el metro cuesta $5 millones al mes, y no $1.000 millones de golpe. Eso quiere decir que esas inversiones no son ni caras, ni baratas; todo depende de cómo se financien y de la capacidad de generar flujos que tenga el proyecto.

Por su parte, los costos de operación se calculan en $3.870.000 mensuales, lo cual puede ser cubierto por la demanda actual, que en esos mismos corredores anda cerca de los 250.000 pasajeros, y, según el estudio, para el 2025 ya sería autosostenible.

Ilógica oposición. Cada vez que hablamos de crear un metro dentro del sistema, sabemos que habrá voces que, sin mayor reflexión, se opondrán argumentando el costo. También se aduce nuestra incapacidad de hacer proyectos de infraestructura exitosos y, por ello, pretenden que Costa Rica se rinda. Ellos ven el desarrollo de la sectorización de buses y el tren metropolitano como competidores con el metro y no medios complementarios, como deberían ser.

Sin embargo, los números indican que sí es posible la construcción de la primera línea de metro. Por eso no se debe abortar un proyecto desde sus etapas de prefactibilidad por temor, prejuicio o cálculo político.

La línea 1 del metro conectaría los mismos lugares que el autobús hoy, pero en un espacio nuevo y libre. En vehículos eléctricos en lugar de motores de diésel. En vía exclusiva en lugar de compartida y saturada. Con energía nuestra y limpia, en lugar de importada y contaminante. Y lo más importante: permitiría a la ciudadanía liberar su tiempo de las presas para dedicarlo a su familia y amigos.

Max Umaña Hidalgo es miembro de la Asociación Metro de San José y Javier Chaves Bolaños es exministro de Transportes.