El ferri al fin

Prefiero ver para creer, pero sin duda es una solución a varios problemas, como la saturación de las aduanas

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Pareciera que ahora sí tendremos ferri entre los puertos de Caldera y La Unión, en El Salvador, aunque prefiero esperar, y ver para creer, pues varios intentos fueron abortados principalmente por intereses creados en Costa Rica, como es común en nuestros países, donde el progreso choca con obstáculos.

Como manifesté en un artículo publicado el 27 de junio del 2018, el ferri crea una amplia y veloz autopista que es el mar, sin costo de mantenimiento. De esa manera, se reduce el tráfico en las carreteras y la presión en las saturadas aduanas.

Este ferri, en particular, tiene el potencial de transportar incluso camiones que se dirijan hacia México o Panamá, pues al no pasar por Honduras y Nicaragua se evitan siete aduanas, rodamiento y una larga espera en la frontera en Peñas Blancas.

El ferri es una embarcación distinta de los barcos cargueros. No pretende ser un barco carguero, ni viceversa. El barco carguero moderno está diseñado fundamentalmente para llevar contenedores o carga a granel, la operatividad es más lenta y requiere ayuda para navegar en puerto y equipo de apoyo, como grúas o conductos, para la carga y descarga.

Son de gran calado y fueron diseñados para navegar largas distancias por vías marítima, lacustre o fluvial. Llevan plataformas cargadas encima con contenedores cada una que se introducen al barco y se descargan con ayuda de un cabezal.

A esto se le llama roll on-roll off, aunque nunca con la versatilidad de un ferri, que en los países desarrollados y otros más transporta automóviles, autobuses y pasajeros, a lo que se es posible llegar más adelante en Centroamérica. Estamos hablando de que hay ferris que cargan cientos de plataformas con su contenedor y cientos de automóviles.

La propuesta operativa de la firma que se hará cargo del negocio del ferri centroamericano con perspectivas más amplias en un futuro es muy similar a la propuesta por la española Odiel, en el 2015. Conviene incorporar otra empresa para promover la competencia y hasta que se den deseconomías de escala, un mejor servicio al mejor precio posible. Es preferible un oligopolio que un monopolio.

En fin, me regocija que se haya superado la resistencia y finalmente contemos con el ferri que la región centroamericana desde hace tiempo necesita para modernizarse y ser más competitiva.

cmecheverria@yahoo.com

El autor fue embajador de Costa Rica en El Salvador.