EE. UU. y China, rivales no antagónicos

Grandes posibilidades de fortalecer la relación entre China y Estados Unidos

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La visita del presidente Hu Jintao al presidente Barack Obama a partir de hoy, 18 de enero, abre enormes posibilidades para fortalecer la cooperación entre China y Estados Unidos y aleja la confrontación de dos grandes potencias mundiales e importantes socios comerciales de Costa Rica.

Han transcurrido cuarenta años desde que la “Diplomacia del Ping Pong” allanó el camino con la visita del presidente Nixon a Pekín. A partir de 1971, la relación entre estos dos países ha tenido sus altos y bajos, pero ha mantenido un desempeño impresionante basado en el diálogo y el mutuo entendimiento.

A través de un diálogo estratégico de alto nivel, avanzan en la búsqueda de soluciones a diferencias comerciales en temas tales como de acceso a mercados, compras estatales, propiedad intelectual, régimen cambiario y acceso a la tecnología de punta. En conjunto han atendido problemas de seguridad en la región asiática como la crisis en la península de Corea y dialogan constantemente en aspectos de control nuclear, de armamento y en temas controversiales como la relación con Taiwán y las libertades individuales.

En el comercio, a pesar de que mantienen diferencias, estas representan menos del 2% del comercio bilateral, mientras que la totalidad del intercambio comercial llega a los $400.000 millones, configurando las dos economías más importantes del planeta. China es miembro de la OMC y es hoy un creciente mercado de consumidores, importante para el sector empresarial norteamericano y clave para aumentar las exportaciones y generar empleos.

Objetivos comunes. A nivel global ambos países trabajan dentro del G20 con la meta de superar los problemas financieros que impiden el crecimiento sostenido de la economía mundial, buscan una mayor integración en la región Asia-Pacífico y en la Conferencia del Cambio Climático en Cancún, acuerdos entre estos dos países permitieron un modesto avance.

Ambos países tienen potenciales e intereses claros en el mercado de la energía renovable, en donde, de acuerdo con la perspectiva de energía mundial, el sector representa un mercado global de $5,7 billones en el periodo del 2010 al 2035. No obstante, son los mayores importadores de petróleo y tienen una enorme dependencia en el carbón, consumiendo el 60% de la producción mundial y son importantes generadores de gases contaminantes. Hay aquí una enorme oportunidad para una colaboración mutua en tecnologías de energías limpias, para mejorar la seguridad energética, aportar mayor innovación y menos contaminación.

Otra ventana importante para la cooperación y transferencia tecnológica es el reto de la rápida urbanización china. A mediados del siglo XXI, mil millones de chinos vivirán en ciudades urbanas, un aumento entre 350 y 400 millones, más que la población entera de los EE. UU., transición que debe darse de modo inteligente, eficiente y sostenible para mejor calidad de vida.

China y EE. UU. han trascendido las relaciones entre los Gobiernos: hay acuerdos entre 36 estados y 160 ciudades hermanas. EE. UU. planea enviar 100.000 estudiantes en los próximos 4 años y los 130.000 estudiantes chinos en EE. UU. representan el mayor grupo de estudiantes extranjeros, que creció un 30% con respecto al año pasado.

La humanidad entera está pendiente de que esta cita de los dos más altos dignatarios de China y EE. UU., arroje un balance positivo. La solución de los grandes problemas globales pasa por un entendimiento entre estos dos países, las oportunidades de cooperación y de diálogo constructivo deben superar las rivalidades de las dos economías más grandes del mundo.