Drogas: orientar con certeza

Lo importante es analizar el efecto que las políticas liberadoras tienen sobre los jóvenes

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Diferentes capitales en varios continentes han sido escenario de nuevos debates sobre las políticas de las drogas. Unos han tirado la toalla y expresan que no hay nada que hacer. La única solución para ellos es legalizar algunas drogas.

Otros prefieren una política ponderada. Es lo que vemos reflejado en algunos medios de comunicación. Sin embargo, lo importante es analizar el efecto que estas políticas liberadoras tienen sobre lo jóvenes.

La marihuana causa trastornos en la memoria y las funciones cognitivas, según el Instituto Nacional de Salud y de investigación médica de Francia.

En los adolescentes, es fácilmente detectable, de manera permanente, si inician su consumo antes de los 15 años. La razón es que el cannabis afecta las neuronas del cerebro, que no terminan de formarse hasta los 25 años. Probablemente, por ello, dice el informe, el cannabis favorece la aparición de trastornos psíquicos, ansiedad, depresión, cuadros psicóticos y esquizofrenia.

El documento francés añade que, cuanto más joven es el consumidor, más dificultades de dependencia se producen, lo cual ocurre igual con el tabaco y el alcohol.

Idéntica alarma se desprende del consumo de la marihuana por la joven madre, pues perjudica gravemente el desarrollo cerebral y parece obstaculizar la formación de conexiones neuronales.

Esto hace que el niño sufra trastornos como déficit de atención y memoria, además de ansiedad o depresión.

La fuerza del no en los demócratas. El debate ha producido serias advertencias y cambios de pensamiento en diferentes sectores políticos de la izquierda norteamericana.

Maura Healey, fiscal de Massachusetts y también demócrata, se ha opuesto a una iniciativa que sería llevada a votación en noviembre, la cual permitiría a los adultos la posesión hasta de 10 onzas de marihuana en casa.

Healey reconoce que “en una época en la que estamos trabajando y tratando desesperadamente de ayudar a aquellos que lo necesitan, y de decirles a los jóvenes que no tomen drogas, este impulso a la legalización parece estar directamente en oposición a estos esfuerzos”.

En Vermont, según The New York Times, se escucha lo siguiente por parte del presidente de la Cámara local: “La sombra de la epidemia de heroína es algo en lo que la gente reflexiona cuando piensa en la legalización y se pregunta: ‘¿Estamos enviando el mensaje correcto a los jóvenes?’”.

En el portón de la casa. La conferencia de la ONU sobre el tema de las drogas ha señalado que en esto hay que tener en cuenta “los factores socioeconómicos más apremiantes relacionados con las drogas, como el desempleo y la marginación social”.

También es preciso tener en cuenta las necesidades de las comunidades que actualmente sobreviven por el cultivo de plantas destinadas al consumo ilícito. Las autoridades estatales, señala el texto, deben diseñar un plan de transición hacia otros modelos de subsistencia.

El tema de las drogas hay que enfrentarlo con dureza para dar nuevas oportunidades a los jóvenes, pues el futuro esta lleno de alternativas si los orientamos con certeza.

El autor es diplomático.