Dos prioridades: trabajo decente e inseguridad

Más que acción policial, para tener seguridad ciudadana hay que reducir la desigualdad

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El Mideplán acaba de divulgar una encuesta en la que el 19,2% de los entrevistados señalan que el fortalecimiento de la seguridad es el principal reto para el desarrollo del país. La tasa de homicidios en Costa Rica sería de 11 por cada 100.000 habitantes y, hace una década, era un tercio de lo que es ahora.

Hay quienes afirman que en toda Centroamérica hay unos 100.000 jóvenes pandilleros. Aproximadamente 7 millones de jóvenes –entre 15 y 24 años– están desempleados en Latinoamérica; es decir, están buscando trabajo pero no lo encuentran. Esto equivale a una tasa de desempleo juvenil del 14,4%, superior a la media mundial del 12,7% calculada por la OIT. Solo en Honduras, 800.000 personas, que son el 24% de los jóvenes, no estudian ni trabajan.

Un reciente estudio de Naciones Unidas señala que los jóvenes en América Central puedan enfrentar una posibilidad en 50 de ser asesinados antes de cumplir 31 años. La tasa de asesinatos en el Istmo se ha incrementado desde 2007, después de un firme descenso entre 1995 y el 2005. La crisis financiera parece haber influido en ello. En algunos países, se produjeron más homicidios durante 2008/09, coincidiendo con la disminución del producto interno bruto (PIB), incremento del índice de precios al consumidor y mayor desempleo.

El director del PNUD para América Latina y el Caribe escribía que “aunque hoy Centroamérica no enfrenta conflictos armados, sufre la tasa de homicidios más alta del mundo: más de 18.000 muertes en 2010, 79.000 homicidios en seis años. (') En El Salvador, se registra un promedio de 11 homicidios por día, más que durante los combates de la guerra civil, mientras que en Guatemala el número actual de muertos es el doble que durante el conflicto armado. Se estima que el coste de la violencia en la región alcanzó en 2006 el equivalente al 7,7% del PIB”.

El Sr. Muñoz añade, acertadamente: “La enorme desigualdad social y la falta de empleo para los más jóvenes constituyen el telón de fondo de una inseguridad que trasciende el ámbito de la guerra contra las drogas”.

Este año, la Asamblea General de la OEA en San Salvador, se centró en la seguridad ciudadana. El secretario general Insulza destacó: “Si vamos a aumentar nuestra competitividad y a la vez mejorar la condición de vida de nuestra población, debemos buscar la forma de que esas personas obtengan un trabajo decente y productivo”. La vinculación entre generación de empleo y promoción de la seguridad ciudadana se afirma como espacio para prevenir la inseguridad; especialmente la promoción de trabajo decente para la juventud.

Como lo señala la Revista Latinoamericana de Desarrollo Humano , “uno de los mayores impedimentos para la seguridad humana en el periodo post-guerra fría no es la guerra entre los Estados, sino la violencia perpetrada por individuos, grupos y actores del Estado al interior de las fronteras de las naciones.

La violencia (') puede retrasar el desarrollo alcanzado en educación, salud, empleo, generación de capital y provisión de infraestructura. (') La violencia coarta la libertad humana para vivir seguro y puede generar trampas de pobreza en muchas comunidades”.

En 2010, Centroamérica y el Caribe han destinado 6.500 millones de dólares a gastos militares, proporcionalmente por encima del promedio mundial.

Virgilio Levaggi Director de la OIT para América Central, Haití, Panamá y República Dominicana