Dos grandes ríos contaminados

El problema de los desechos sólidos es cultural, la educación es clave para combatirlo

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Resulta lógico pensar que los ríos Ganges y el Grande de Tárcoles, localizados en la India y Costa Rica, respectivamente, presentan diferencias geográficas, topográficas, económicas y sociales, además de sus usos ancestrales y religiosos; no obstante, también cuentan con algunas semejanzas, con gran relevancia en el desarrollo de ambos países y, lamentablemente, con altas concentraciones de materia fecal y otros desechos líquidos y sólidos.

El Ganges es uno de los grandes cauces del subcontinente indio, considerado sagrado por su población. Nace en el Himalaya occidental y fluye de este a norte por la India, para desembocar en el golfo de Bengala. Con 2.510 kilómetros de longitud y una superficie de 907.000 kilómetros cuadrados de cuenca, su caudal medio es de 14.270 metros cuadrados por segundo.

Sobre sus márgenes se han asentado 30 ciudades y 70 pueblos, que han afectado la calidad de sus aguas con contaminación generada por al menos 400 millones de personas mediante descargas de fábricas, industrias y hogares, que aportan a sus aguas sustancias tóxicas, materia fecal y desechos humanos.

Estudios de laboratorio han detectado hasta 31 millones de coliformes fecales por cada 100 mililitros (CF/100 mL) en Varanasi, lugar de rituales indios, cuando el máximo recomendado por la OMS para baño es de 500.

Nuestra realidad. El Grande de Tárcoles se genera por la confluencia del Virilla y el Grande de San Ramón, en la Cordillera Volcánica Central costarricense, y desemboca en el océano Pacífico. Su longitud es de 111 kilómetros y su área de cuenca de 2.121 kilómetros cuadrados. Su cauce es afectado por unos 2,5 millones de personas, que aportan una alta contaminación con desechos sólidos, líquidos industriales y aguas residuales domésticas.

Resultados de estudios elaborados por el Laboratorio Nacional de Aguas del AyA indican que algunos riachuelos tributarios del río Virilla contienen hasta 23 millones de CF/100 mL, y el promedio de los últimos cinco años en la desembocadura alcanza los 50.000 CF/100 mL.

Comparativamente hablando, se pueden extraer diferencias importantes entre ambos ríos. El Ganges es 23 veces más largo que el Grande de Tárcoles, por lo que la superficie de la cuenca de este último cabe 428 veces en la del primero y la población que contamina representa el 0,6% de la que impacta el Ganges.

En las plantas hidroeléctricas ubicadas en el cauce del Grande de Tárcoles se han hallado 50 cadáveres humanos en los últimos 10 años, según estadísticas de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz.

Gran problema. Cabe destacar también que el problema de los desechos sólidos, en ambas cuencas, es superior a la contaminación fecal; este último problema se podría corregir o minimizar con sistemas de tratamiento de aguas residuales, pero el problema de los desechos sólidos es cultural, requiere del fortalecimiento de la educación y la aplicación de la legislación para eliminar la ley del mínimo esfuerzo, y evitar el depósito de basura en las calles, alcantarillas y cauces de los ríos.

En Costa Rica, dichosamente, existen organizaciones civiles que buscan la protección del río Grande de Tárcoles, como “Tiribí Limpio”, “Corredores Biológicos Urbanos del Río María Aguilar”, “Amigos del Río Torres”, “Comisión de Gestión Integral de la Cuenca del Río Grande de Tárcoles” y el “Plan para Disminuir los Desechos en la Cuenca 24 Periodo 2013-2100”, liderado por el Programa Bandera Azul Ecológica.

Como se observa, la unión de esfuerzos público-privados son, y serán, fundamentales para mejorar las condiciones sanitarias de esta cuenca y servir, a su vez, de ejemplo en otras cuencas como la del mismo Ganges.