Día Nacionaldel Farmacéutico

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Los profesionales en farmacia celebramos hoy el Día Nacional del Farmacéutico, fecha que, si bien conmemora nuestra labor, también debe servir para cuestionarnos quiénes somos, qué hacemos y hacia dónde vamos.

Si partimos de la premisa de que los farmacéuticos somos profesionales de la salud, debemos tener claro entonces cuál es nuestro propósito como tales: asegurar la calidad, la seguridad, la eficacia y el uso racional y adecuado de los medicamentos para incidir de forma efectiva en la calidad de vida de las personas.

Este propósito determina que, aunque son los farmacéuticos de comunidad y de hospital los que –quizá– más relación directa tienen con los pacientes, nuestra profesión cuenta con una amplísima diversidad de campos de ejercicio profesional, y todos están enfocados en hacer del medicamento un coadyuvante de calidad, seguro, oportuno y eficaz para la salud de la población.

Siete estrellas. En el año 2000, la Organización Mundial de la Salud acuñó el concepto “Farmacéutico Siete Estrellas”.

Lo anterior, con el fin de que los profesionales en farmacia tuviéramos un marco de referencia para una mejora continua en nuestra práctica farmacéutica, centrada en el paciente y basada en siete roles claves: cuidador, tomador de decisiones, comunicador, gestor, estudiante permanente, profesor y líder.

Sin embargo, además de estos siete pilares, el farmacéutico costarricense, a más de un siglo de haberse creado la carrera de Farmacia y su colegio profesional en nuestro país, debe enfrentar nuevos retos y obstáculos que nos obligan a plantearnos y replantearnos estos roles y contrastarlos con, por ejemplo, la necesidad de farmacéuticos que cuenten con otra serie de competencias que la sociedad y el mercado están demandando de nosotros.

Hoy, la colectividad está pidiendo profesionales en farmacia que vayan más allá del despacho o dispensación, y, de ahí, la importancia que debería tener para nosotros, por ejemplo, la atención farmacéutica, ese innovador concepto de nuestra práctica enfocado en la responsabilidad que debemos asumir en los resultados que obtienen nuestros pacientes con el uso de los medicamentos.

Sin embargo, también debemos enfrentar diariamente, con un gran compromiso y ética, la enorme presión intrínseca que implica la dimensión comercial del medicamento, tanto desde nuestra trinchera en la industria, en la droguería, como en la visita médica y en la regencia.

Campos de conocimiento. Y además, nuestro ejercicio diario también está demandando ampliar nuestros campos de conocimiento y saber sobre gestión de servicios farmacéuticos, comunicación, trabajo interdisciplinario, negocios, mercadeo y un enorme etcétera de áreas en las que estamos incursionando como parte de la expansión que nuestra profesión está teniendo.

Debemos ser conscientes de que somos los expertos en medicamentos, de que nuestra acción diaria puede salvar las vidas de las personas, de que somos un profesional de salud indispensable, de que nuestro papel debe ser activo, ético, de liderazgo y estar a la vanguardia en las prácticas farmacéuticas, que son las que nos llevarán a un futuro de mayor perfeccionamiento de la profesión.