Democracia y política

La prioridadno es el partido, la prioridad es el sistema democrático

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Un amigo decía que no hay por quién votar y que este es el sentir de muchos costarricenses. De esta posición podemos deducir dos cosas. La primera, es un principio de servicio, y, la segunda, ¿dónde se ubica la prioridad de servir? Si en el partido político o en la democracia. Si se ubica en los partidos, estos ostentan la primacía, y la democracia la sitúan en la obligatoriedad de servirles.

Como los dos se coimplican y se sirven mutuamente, habría un empate. Ya que los partidos siempre han buscado ostentar la primacía, quienes piensan lo contrario quieren castigarlos, porque opinan como mi amigo. En el fondo, porque piensan que no han hecho nada, o casi nada. Estas personas fomentan una posición negativa y estimulan el abstencionismo.

El voto. Pero se ha omitido lo principal: el fundamento mismo de los partidos políticos; es decir, el voto. No se olvide que el ciudadano es el gran elector, conforme lo consagra el artículo 93 de la Constitución Política.

A su vez, al ser nuestra Carta Magna la más prestigiosa de Latinoamérica, los partidos deben servirla y convertirla en su mejor sustento y guía de sus programas. Por lo mismo, el citado artículo constitucional define el sufragio, el voto, como “función primordial y obligatoria”. Por tanto, la obligación ciudadana no es servir o castigar al instrumento, el partido político escogido, sino servir al país mediante el sufragio, mediante el voto.

La prioridad no es el partido, la prioridad es el sistema democrático. Lo han respetado los gobernantes de los últimos 67 años. Han sido amigos y defensores de la libertad republicana, la preferida de los costarricenses.

Votar no es castigar con el abstencionismo o brindarle apoyo a un partido político; es servir y perpetuar la democracia; es servirle al país.

El autor es abogado.