De héroes y villanos en el caos vial

Choferes de vehículos particulares, taxistas, conductores de bus, todos pueden aportar

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Las novelas de héroes y villanos nos muestran, generalmente, la bondad y maldad, así como los beneficios y perjuicios en hechos históricos que marcan acciones que serán recordadas en el tiempo: unos héroes serán queridos; otros, odiados.

El caos vial que vive Costa Rica marca un hecho histórico, en donde tenemos actores queridos y actores odiados por la sociedad, dependiendo de la óptica con que se le mire.

En el sector gubernamental apareció un posible héroe, hoy exviceministro de Transportes, con propuestas concretas. En cuestión de poco tiempo, pasó a ser el villano del sector autobusero del país. Resultado: su cabeza rodó. Ganaron los villanos, mediaron intereses y continuamos sin una propuesta para resolver el desastre de ingreso de autobuses a la Gran Área Metropolitana.

Veamos ahora el sector autobusero, pero no a las empresas, sino a sus choferes. Estos, con su poca cortesía y respeto vial, atraviesan sus buses en los cruces de semáforo, a sabiendas de que interrumpirán el libre tránsito vehicular.

Ejemplos claros y diarios: en la intersección de Walmart en Guadalupe, en donde bloquean el paso de la radial de Circunvalación, y los semáforos de la iglesia de San Francisco de Dos Ríos, donde bloquean totalmente a quienes quieren circular hacía Desamparados, y ni qué decir en la rotonda de la Y Griega.

En este caos no tenemos a los héroes, que serían los inspectores de Tránsito. Resultado: ganan los villanos.

Taxis y choferes. ¿Y qué nos encontramos en el transporte de taxi? Los taxistas oficiales, los piratas o informales, los porteadores y recientemente los de Uber, mientras el Gobierno define quiénes están a derecho, las amenazas de bloqueos son una constante, y con ello la incertidumbre de un elemento más al caos vial existente.

Pero no hacen falta bloqueos a diario, este gremio, excepto los Uber por no tener una clara identificación, parquean en donde primero consideran oportuno, a su necesidad y conveniencia, sin obedecer si hay línea amarilla.

Esto se vive a diario a un costado de donde se estacionan los buses de Tuasa, en San José, limitando con ello el acceso a un solo carril, en una vía altamente transitada. Resultado: ganan de nuevo los villanos.

Analicemos los vehículos privados, altamente responsables también del caos vial. Está claro que las mañas de los conductores son parte integral de esta caótica situación que vivimos debido a la flotilla vehicular.

Las respuestas que dan los conductores ante el cuestionamiento de un periodista, publicadas en un medio de comunicación, deja ver cómo prevalece el “porta'mí”, “si el otro lo hace, ¿por qué no lo voy a hacer yo?”.

No existe conciencia para aportar algo para mejorar, aunque todos somos parte afectada en forma diaria y permanente. Resultado: ganan de nuevo los villanos.

Héroes. Por lo aquí planteado, no se vislumbran héroes, únicamente están identificados con claridad los villanos, pero es obvio que los héroes pueden hacer los suyo también.

Gobierno: una propuesta clara, concreta y planificada con el sector autobusero. Tenemos serios problemas de planificación.

Sector autobusero: eduquen a su choferes en cortesía vial. La cortesía no es solo con el usuario, sino también con el entorno automotor.

Taxistas formales e informales: para todos da Dios, las amenazas lo que producen es más desilusión en el usuario. Ustedes también pasan horas en embotellamientos, ayuden a crear conciencia de servicio y cortesía.

Choferes en general: respetemos las líneas amarillas, los espaldones y las islas de canalización, seamos corteses con el entorno automotor.

Aquí están los héroes. Fomentemos una campaña nacional cuantos queramos ser héroes en esta parte de la historia. Si solo la mitad de los choferes que componen la flotilla vehicular de este país tuvieran disposición de cambio, los villanos serían los menos. ¿Es usted héroe o villano?

El autor es auditor del Infocoop.