Costa Rica: carbono neutral 2021

No se han definido reglas básicas para alcanzar el objetivo carbono neutral

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Costa Rica ha hecho pública su meta de buscar que nuestra nación compense la totalidad de sus emisiones de carbono y se convierta en el primer país carbono neutral del mundo en el año 2021.

El objetivo es loable desde todo punto de vista. Ambientalmente, se estaría colaborando en forma sostenible a luchar contra el calentamiento global. Bien hecho, puede apoyar la economía, si se aprovecha en el mercadeo de nuestro país y de los bienes que acá se produzcan y se exporten. No se puede lograr la carbono neutralidad sin que haya una mejora significativa en la calidad de vida y un avance tecnológico importante en temas como generación de energía, transportes, agricultura limpia, etc.

Pero, como sucede con frecuencia, mucho se habla de las bondades del proyecto, pero muy poco –por no decir nada – se ha hecho por llevar el tema a la práctica. Existe una oficina de cambio climático adscrita al Minae que, aparte de existir, no hay claridad de qué más esté haciendo. Dicen se está trabajando, hace ya mucho tiempo, en una norma que regulará la oferta y demanda de carbono – aspecto fundamental para tener un mercado que funcione – y dicha norma sigue estando en el status “ya casi sale a consulta”.

Desarrollo de mercado. El tema de carbono neutral, conceptualmente, no es complicado. Hay actores económicos que generan un exceso de carbono y otros, principalmente la actividad forestal en todas sus formas, que lo secuestran (es decir, que absorben carbono de la atmósfera). Las entidades emisoras deben emprender acciones de reducción y adaptación para disminuir su huella de carbono, y cuando ya no les queda otra alternativa, deben compensar lo que no han podido eliminar. Compensar significa que quien emite va a donde el que secuestra y ambos negocian un precio para que el emisor compre al que es carbono positivo la cantidad de toneladas de carbono secuestrado necesarias para limpiar su huella.

Un mercado de este tipo es fundamental para lograr la meta de c-neutralidad, pues incentiva y facilita la participación del sector privado en el tema. Pero para que el intercambio funcione adecuadamente, debe existir por un lado una metodología clara y reconocida, que determine con certeza cuánto carbono emite una actividad específica. En este mismo sentido, se debe asignar un costo, el que ensucia, debe pagar, de manera que exista un incentivo por reducir el efecto.

Por otro lado, se necesita una metodología clara y reconocida internacionalmente, que permita determinar y certificar cuánto carbono secuestran las actividades carbono positivas.

Solo así se puede cuantificar la demanda y la oferta de carbono seriamente, requisito indispensable para establecer los parámetros básicos de un mercado de compensación de carbono.

Reglas básicas. El lanzamiento público del objetivo carbono neutral, sin que existan las reglas básicas para regular su mercado, tiene sus inconvenientes. El principal es que se prostituye el término.

Ahora es fácil ver a una empresa indicando que es c-neutral, o que puede carbono neutralizar a otra a cambio de una cifra de dinero, inclusive hay iniciativas que invitan a entrar a Internet a “calcular” su huella de carbono y pagar una suma para carbono neutralizarse, todo esto sin bases científicas para medir o verificar y sin que haya de previo un esfuerzo por reducir y adaptar.

Hay empresas e instituciones costarricenses que están siguiendo metodologías serias y correctas, y con ello logando avances importantísimos en el tema de carbono neutralidad.

Los esfuerzos serios de estos pioneros son dignos de admiración y emulación.

Pero también se observan una serie de acciones a medias, poco serias, que, si no son rápidamente controladas por un marco conceptual claro que debe surgir de las autoridades nacionales, nos llevará a decir que, desafortunadamente, no estamos iniciando adecuadamente el proceso.