Conversación con una premio Nobel de Química

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La última semana de noviembre 2012 se llevó a cabo en Colombro, Sri Lanka, la reunión de la Asociación Asiática de Infectología Pediátrica. Tuve el honor de ser invitado a dar una charla en la que me referí a los avances en el campo de las vacunas como medida preventiva en las infecciones del oído medio. Durante esta reunión tuve la oportunidad de conocer a la Dra. Ada Yonath, doctora en Bioquímica del Instituto Weizmann de Ciencias en Israel y premio Nobel de Química en el año 2009.

La Dra Yonath ofreció una charla magistral sobre sus estudios de investigación en el campo de los ribosomas, estudios pioneros y por los que obtuvo esta gran distinción. Con la Dra. Yonath tuve varias conversaciones sobre su actividad científica y otros aspectos de cultura general.

La Dra. Yonath nació en Jerusalén en el año 1939 de una familia que ella define como muy pobre y cuyo padre falleció cuando ella tenía 11 años de edad. Comenta la Dra. Yonath que desde los 5 años de edad ya mostraba deseos de “investigar el mundo” y fue así como, a esa corta edad, llevó a cabo su primer “proyecto de investigación” en el balcón de su casa. Su formación la inició en Israel y la completó en los Estados Unidos. En 1970 regresó a Israel donde inició una serie de proyectos de investigación para analizar, mediante técnicas no convencionales, la actividad de los ribosomas.

Por más de una década la Dra. Yonath y su equipo de trabajo, dedicaron toda su energía a mejorar la técnica de análisis de los ribosomas, hasta lograrlo. Relata la Dra. Yonath que esta no fue una tarea fácil pues muy pocas personas creían que la cristalografía fuera de valor en el análisis de los ribosomas y por lo tanto, era difícil encontrar apoyo financiero para sus estudios.

A pesar de esto, creo que por su perseverancia en el tema, logró obtener apoyo en su país y al mismo tiempo beneficio de alianzas estratégicas con centros reconocidos en Alemania y los Estados Unidos.

Durante su charla en Sri Lanka, expuso en forma sencilla y clara, como lo hacen los grandes científicos, parte de sus hallazgos sobre los ribosomas, estructuras medulares en lo que se refiere a la vida celular.

La charla de la Dra. Yonath fue fenomenal; sin embargo, lo que más me impresionaron fueron su humildad, generosidad, amor por la familia y su persistente actividad científica.

Durante los días que pasamos en el congreso, siempre se mantuvo en contacto con su laboratorio en Israel, su computadora era su fiel compañera, habló sobre sus siguientes proyectos y de cómo el método que ella perfeccionó podría acelerar el descubrimiento de nuevos medicamentos para el tratamiento de enfermos.

A pesar de las adversidades iniciales de la Dra. Yonath, ella supo soñar en grande, prepararse de la mejor manera, trabajar fuerte y, sobre todo, ser persistente a pesar de los obstáculos que se le presentaron.

Israel con cerca de 8 millones de habitantes ha producido 10 premios Nobel, y fue la Dra. Yonath la primera mujer israelita en obtenerlo.