Construir de la mano una comunidad para toda la vida en la tierra

Para el bien de nuestro porvenir común, debemos aunar esfuerzos por coordinar la relación entre los seres humanos y la naturaleza

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El 12 de octubre tuvo lugar la Cumbre de Líderes de la 15.ª Reunión de la Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (COP15) en Kunming, en el suroeste de China.

Bajo el lema «Civilización ecológica: construyendo un futuro compartido para toda la vida en la tierra», fue la primera reunión global sobre la civilización ecológica celebrada por la ONU. En la segunda parte de la COP15, el año que viene, se discutirá la elaboración del marco mundial de la diversidad biológica posterior al 2020, que indicará el rumbo para la cooperación internacional en la materia.

El presidente de China, Xi Jinping, y el de Costa Rica, Carlos Alvarado, asistieron junto con el secretario general de la ONU, António Guterres; los mandatarios de Rusia, Egipto y Francia; y el príncipe Carlos de Inglaterra, entre otros líderes. El presidente costarricense fue el único jefe de Estado de América Latina y el Caribe invitado.

Como reza un antiguo proverbio chino, «todas las cosas nacen de la armonía de la naturaleza, y cada una tiene su propia forma de nutrirse de la naturaleza y crecer». La biodiversidad llena de vigor la tierra y constituye la base de la subsistencia y el desarrollo de los seres humanos.

Ejecutando invariablemente la nueva concepción de desarrollo innovador, coordinado, verde, abierto y compartido, China ha incluido la civilización ecológica en la Constitución y en la disposición general del desarrollo nacional. Ha promulgado una decena de leyes y reglamentos al respecto y sus logros en la construcción de la civilización ecológica es notable.

China ha realizado una serie de proyectos relevantes de protección ecológica en humedales, bosques, ríos y desiertos. Durante 30 años consecutivos, tanto la superficie de bosque como la de la reserva forestal del país se han mantenido en crecimiento. Del aumento de la superficie de áreas verdes del mundo del 2000 al 2017, la mayor parte, más del 25 %, fue aportada por China.

Tomando como referencia las experiencias de países como Costa Rica, China está acelerando la construcción del sistema de áreas protegidas, compuesto principalmente por los parques nacionales. Ya estableció su primer grupo de parques nacionales, incluido el de osos panda, el de tigres y leopardos del noreste de China y el de la selva tropical de Hainan, los cuales suponen una superficie protegida de 230.000 kilómetros cuadrados que cubren cerca del 30 % de las especies terrestres de la flora y la fauna silvestres de protección prioritaria del país.

Ha establecido la Red de Observación de Biodiversidad de China y combate con toda rigurosidad las acciones ilegales mediante teledetección por satélite y operaciones especiales.

En el 2018, estableció la Alianza Internacional de Macrodatos de Biodiversidad y Salud. En este marco, ha trabajado con los países participantes en La Franja y la Ruta para construir un centro de macrodatos sobre la biodiversidad de clase mundial, usando las bases de datos para mejorar la biodiversidad.

China aprueba activamente convenios internacionales, como el Convenio sobre la Diversidad Biológica, la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático, el Acuerdo de París y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU, con miras a profundizar la cooperación internacional en la protección de la biodiversidad.

En la Cumbre, el presidente Xi anunció que China establecerá el Fondo de Biodiversidad de Kunming y llevará la delantera en invertir 1.500 millones de yuanes en este fondo, a fin de respaldar la conservación de la biodiversidad en los países en desarrollo, una nueva contribución relevante que China ha hecho para aglutinar esfuerzos para la protección y la gobernanza internacional de la biodiversidad.

Costa Rica y China han establecido metas ambiciosas para la descarbonización de aquí al 2050 y la neutralidad de carbono en el 2060. A pesar de ser países de diferentes tamaños y condiciones nacionales, guardan un gran potencial de cooperación en áreas como la protección de la biodiversidad y la articulación de las estrategias de desarrollo verde.

China aprecia los logros de Costa Rica y su influencia internacional en la protección del medioambiente y la diversidad biológica, y se encuentra en disposición de reforzar el intercambio y el aprendizaje para defender juntos la tierra, único hogar de la humanidad.

Vivimos en una era llena de desafíos, pero también de esperanzas. Para el bien de nuestro porvenir común, debemos aunar esfuerzos por coordinar la relación entre los seres humanos y la naturaleza, guiándonos por la construcción de la civilización ecológica, contribuir al desarrollo sostenible global valiéndonos de la transición verde, fomentar la equidad y la justicia sociales centrándonos en el bienestar del pueblo y defender el sistema de gobernanza internacional equitativo y razonable basándonos en el derecho internacional, con miras a construir conjuntamente una comunidad de toda la vida en la tierra y un mundo limpio y hermoso.

El autor es embajador de China en Costa Rica.