Construcción vertical, pero zonificada

Varias ciudades del área tropical centroamericana emulan un concepto errado de edificación

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En relación con un suplemento comercial del periódico La República del mes de noviembre pasado, sobre construcción vertical, quisiera expresar mi criterio, no sin antes dejar bien claro que no estoy en contra de la construcción vertical debidamente zonificada y de todas sus ventajas económicas, sociales y viales; sin embargo, me resiente el abandono de la hospitalidad humana (que algunos llaman concepto “aldeano” ) que la ciudad de San José siempre ha tenido.

“Un teatro de la ópera en medio de una aldea”, se dijo cuándo se construyó el Teatro Nacional. Solo en Costa Rica y en buena hora.

Para nadie es secreto el encanto de la ciudad de París por sus muchos atributos, por su uniformidad de la altura de sus edificaciones. Problema resuelto durante la gestión de Napoleón III por medio de su arquitecto Georges Eugene Haussmann, quien prohibió sobrepasar la altura existente en las edificaciones de esa ciudad, dentro de muchas otras cosas, como la vialidad y la defensa en beneficio de la ciudad.

El decreto se mantuvo por muchos años y cuando comenzaron a surgir las torres verticales estas todas fueron reubicadas en el sector norte de la ciudad. Problema resuelto sin afectar la hospitalidad humana de París.

Dato curioso es que para obviar este decreto, el arquitecto Francois Mansard decidió sacar provecho de los áticos de las edificaciones mediante el aprovechamiento de estos pisos (extra) disimulándolos con material de techumbre y así nacieron la “mansardas”. Hábil maniobra que resolvió un impedimento sin afectar el propósito de su creación.

La ciudad de Nueva York, la Gran Manzana, es muy atractiva por su enorme oferta de actividades de todo tipo, pero no lo es por su hospitalidad humana precisamente. Si no fuera por el Parque Central de Manhattan y la gran variedad de museos, sería una ciudad inhóspita. No hay nada peor que las imitaciones y emular un concepto errado como se está haciendo en varias ciudades del área tropical centroamericana. Es un error.

Así como lo hizo París en el siglo antepasado, debería zonificarse un área específica para la edificación de torres en cada sector sin afectar la hospitalidad humana de su vecindad y habitantes.

El autor es arquitecto.