Conducción temeraria

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Guardar la distancia entre vehículos no es un asunto de cortesía; es cuestión de seguridad. Hace pocos días un accidente más engrosó las alarmantes estadísticas: en la autopista, un motociclista fue embestido por un bus, que lo golpeó por detrás con tal fuerza que lo lanzó al carril en sentido contrario, donde otro vehículo lo recibió y atropelló. Muerte inmediata.

Con frecuencia, los conductores de vehículos somos víctimas de conductores de autobús que no guardan la distancia, viajan a velocidad temeraria y nos presionan cuando manejamos a velocidad reglamentaria, haciendo cambio de luces y pegando sus automotores a los nuestros de manera peligrosa. Un accidente puede ocurrir en cuestión de segundos si el vehículo no logra dar campo al bus en su carrera bestial.

Las autoridades del Tránsito deben promover la instalación de cámaras de vigilancia, invitar a los pasajeros a denunciar por teléfono al chofer que conduzca temerariamente y hacer operativos para detener en la autopista a quienes pongan en riesgo la vida de quienes transitan por ella o viajan en transporte público. La conducción temeraria debería ser causal de pérdida de la concesión de autobús para la empresa cuyos choferes la practican.

La autora es odontóloga y salubrista pública.