¿Cómo tener un tren eléctrico?

Una de las temáticas bastante abordadas durante la reciente campaña electoral fue la construcción de un tren eléctrico. ¿Será posible? Durante los últimos cuatro decenios, se han llevado a cabo más de 40 estudios y todos guardan polvo.

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Una de las temáticas bastante abordadas durante la reciente campaña electoral, y donde se centran varias promesas de la nueva administración, es, precisamente, buscar una solución electrificada al transporte público para mitigar los serios problemas de movilidad en la Gran Área Metropolitana (GAM).

Durante los últimos cuatro decenios, se han llevado a cabo más de 40 estudios, algunos pagados por los contribuyentes, otros han sido donados. Todos con el denominador común de permanecer archivados. Cada uno de los gobiernos, al entrar, inicia una nueva discusión, estudios van, consultores vienen. Todos al parecer hablan en un idioma diferente.

Veamos: mientras uno habla de $200 millones/kilómetro, completamente equipado, otro concluye que se necesitan $22 millones. El último equivale a $1.600 millones para los 72 km desde Alajuela hasta Paraíso de Cartago. Hay serias dudas de que se trate de un proyecto completamente equipado y listo para operar. Unos indican que se debe ejecutar elevado, otros bajo tierra, algunos mixtos, con ciertos cruces a desnivel.

Uno de los estudios más serios y completos fue el denominado Planificación Regional y Urbana de la Gran Área Metropolitana (Prugam). Tomó como eje vertebral la llamada sectorización, con el pasajero como inicio de la cadena.

Consideraciones macroeconómicas. La filosofía básica de todo sistema radica en que los usuarios, en su mayoría, deben estar a unos 1.000 metros de distancia, como máximo, del sistema por utilizar. Se necesitan equipos eficientes y con una velocidad promedio de 36 km/h. Otros actores en el sistema, como bicicletas, buses y taxis deben interactuar y alimentarse unos a otros.

Por otro lado, el uso eficiente de la energía contempla análisis de la transformación de la energía, veamos:

1. Transporte sobre rieles, electrificado renovable: 540-890 kilojulios (kj)/tonelada-kilómetro.

2.El mismo anterior, electricidad térmica: 1.200-1.800 kJ / tonelada-kilómetro

3. Transporte con motores de combustión: 2.200-2.440 kJ / tonelada-kilómetro

El peso del equipo está directamente vinculado con su eficiencia, por lo cual se utilizan los trenes livianos (LRT, por sus siglas en inglés). Aun con su peso vacío es un consumidor de energía, más aún, su peso a capacidad máxima (unos 250 pasajeros).

Hay múltiples ejemplos de ejecuciones bien efectuadas, con las consideraciones anteriores, con un costo entre los $10 millones y los $12 millones, realizados en etapas bien planificadas, ampliándose año con año a otras zonas de alta población, logrando un resultado óptimo y satisfactorio para los usuarios.

Un problema menos. El ancho de vía no es un tema primordial, ya tenemos 1,06 metros y tanto para ese, como para el ancho de 1,43 metros existen equipos y fabricantes.

Para una solución integral, un sistema LRT a nivel, se le puede designar en costos un factor de 1. Un sistema elevado, lo lleva al factor 6-10; con túneles llega hasta 20.

Con las vías existentes, reconstruidas adecuadamente, se puede llegar a una velocidad de 35 km/h, lo que nos lleva a un recorrido entre Heredia y el Teatro Nacional de 23 minutos. Se debe pensar en modificar algunos pasos a desnivel. Equipos de última tecnología, recién reconstruidos, o nuevos, darán solidez al sistema. Poco a poco se puede construir un segundo carril en el actual derecho de vía, y de esa forma evitar engorrosas expropiaciones y construcciones.

Los nuevos actores dentro del sistema deben actuar a favor de los usuarios, con un sistema moderno y eficiente, que permita la ampliación, año con año, con una buena planificación para los próximos 50 años.

El autor es ingeniero.