¿Ciudadanos por un día?

Las elecciones no son únicamente participación ciudadana, sino además control ciudadano

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El Diccionario de la Real Academia Española define como ciudadano al habitante de Estados modernos “sujeto de derechos políticos y que interviene, ejercitándolos, en el gobierno del país”.

Ejercer derechos políticos, como el sufragio, no es otra cosa que intervenir en el Gobierno. Lo contrario, no votar, es una decisión en la cual se renuncia a participar en el Gobierno, un acto en el cual se reniega de la condición misma de ciudadano. Votar deviene en una de las principales responsabilidades que ser ciudadano conlleva.

Entiendo las elecciones, como Maravall (2003), cual fundamento de la democracia, razón por la cual los ciudadanos deben tener una capacidad real de premiar o castigar a los gobernantes, ejerciendo así un control verdadero sobre los políticos. Las elecciones entonces no representan únicamente participación ciudadana, sino además control ciudadano. La posibilidad de reelección para los alcaldes es un excelente ejercicio de rendición de cuentas, tanto de quien se postula a efectos de defender lo actuado en su cargo, pero principalmente respecto de los ciudadanos que con el poder del voto ratificarán o rechazarán aquel actuar. Enhorabuena el instituto político de la reelección cual recompensa, previo ese control y examen que en votación realizan los ciudadanos.

Voto informado. La información que sobre los distintos candidatos municipales divulga tanto el TSE como diferentes medios de prensa, inclúyanse en estos los debates y reportajes, no son otra cosa que sanas herramientas y armas para que los ciudadanos puedan, informada e inteligentemente, ejercer ciudadanía.

La educación, entendida como estética, ética y ciudadanía, los tres pilares del actual programa del Ministerio de Educación Pública, pasan principalmente por formar ciudadanos más que estudiantes. Bienvenida por igual esa política pública, que también entiende que ser ciudadano implica ser elector, pero que lo primero trasciende a lo segundo. Justamente, ese es el llamado desde el TSE en estas elecciones, mensaje que se acompaña desde el recién creado Instituto de Formación de Estudios en Democracia (IFED) con esfuerzos adicionales en procura de formación e investigación para que votar sea un acto razonado y meditado. Es lo cierto que la democracia y la ciudadanía se construyen cada día, pero el 5 de diciembre es uno de esos días que pesa más que otros para su consolidación. No se malinterprete, tampoco votar ese día libera de multiplicidad de otras responsabilidades ciudadanas y republicanas diarias, pero respecto de un control ciudadano sobre los partidos políticos y sus candidatos las elecciones, son el medio que en democracia y por excelencia existe para ello.