Barrio Escalante después de las 10 de la noche

A esa hora comienzan la contaminación acústica y el desorden vial de jueves a sábado

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Son las 11:40 p. m. en el barrio Escalante y es sábado 22 de abril. Un establecimiento ubicado donde antes estuvo L’Ancora contrató una comparsa y organizó un carnaval. Al día siguiente, un espectáculo de fuegos artificiales, a las 12:20 a. m., alteró el descanso de las personas que vivimos alrededor, particularmente adultos mayores y niños, pues la zona sigue siendo mixta.

Cerca del 50 % del barrio Escalante es residencial y lo será aún más cuando terminen de construir las torres de apartamentos que están en obras.

La contaminación acústica proviene de establecimientos con cuyos empresarios hemos tratado de dialogar en varias ocasiones. Algunos responden y colaboran. Otros no. Asimismo, el Ministerio de Salud, la Policía Municipal y el Concejo Municipal de San José han recibido de nuestra parte innumerables denuncias.

No es un problema desconocido para los regidores ni para el alcalde, quienes achacan el problema al Ministerio de Salud, aunque la Oficina de Patentes es corresponsable del descontrol en algunos locales.

El Concejo aprobó recientemente un Festival Gastronómico en Escalante sobre las calles y avenidas, a pesar de que un acuerdo tomado en el 2022 establece que es necesario el consenso y consentimiento previos de la comunidad para autorizar actividades de esta naturaleza.

Los hechos revelan lo contrario. Los funcionarios de Salud, los regidores, los encargados de otorgar patentes y el alcalde no han atendido nuestro pedido de caminar con los vecinos un jueves, viernes o sábado después de las 10 de la noche para que puedan constatar la contaminación acústica sumada al desorden vial que supone estacionar vehículos en las esquinas, frente a garajes e hidrantes.

A la fecha, solo un regidor se ha acercado al vecindario. En vista de esta situación, la comunidad del barrio Escalante presentó un recurso de amparo.

A pesar de sus limitados recursos, la Fuerza Pública es nuestra única aliada, en concreto, la Delegación del Distrito Carmen, dirigida por una mujer, que cubre la compleja zona.

Los policías están comprometidos y se solidarizan con los problemas del barrio. Cabe resaltar que en los últimos cuatro meses ha habido balaceras y el consumo de licor tiene consecuencias sociales. Más allá de las fisiopatológicas, provocan comportamientos que ocasionan numerosos problemas de convivencia en forma de altercados, disputas o agresiones.

Nuestro sueño de que la calle 33 atrajera restaurantes y establecimientos que convivieran en el entorno para ser uno de los mejores lugares de San José se desvirtúa más y más.

La zona se degrada por la omisión de quienes deberían ejercer su autoridad y velar por la salud integral de las comunidades que les son confiadas. Los griegos nos advertían del paroxysmos, del punto crítico de una enfermedad.

Por otro lado, es de justicia reconocer la labor heroica de quienes trabajan en la Municipalidad recogiendo la gran cantidad de basura que dejan diariamente quienes vienen al barrio a “divertirse”. También, la de los que barren y limpian las aceras.

La Municipalidad debe cumplir su misión de ser “el gobierno local” que “atiende las necesidades y brinda los servicios requeridos por los habitantes y visitantes de la ciudad”.

hf@eecr.net

La autora es administradora de negocios.