Cada día introducimos una serie de datos personales, ya sea en instituciones públicas, páginas en Internet, desde la que incluimos en una página bancaria, hasta una compra en Amazon. De la misma forma que introducimos estos datos, existen Procesadoras de Datos que se encuentran no solo recopilando nuestra información, sino que también desplegándola a terceros sin nuestro previo consentimiento.
Ya desde 1970, en Europa se empezó a promulgar las primeras leyes protectoras de datos, lo que ahora llamamos el derecho a la autodeterminación informativa. Sin embargo, en Costa Rica estamos a años luz de estas legislaciones, tanto las europeas como las que se han promulgado en Estados Unidos, como lo es el Fair Credit Reporting Act, respecto de la información crediticia desplegada por protectoras de crédito.
La Sala Constitucional, a falta de legislación en la materia, ha venido a solventar a muchos ciudadanos este problema, especialmente en lo que se refiere a información crediticia. Claro está que cuando el ciudadano recurre a la Sala Constitucional, el daño ya está causado; su información personal ha sido violentada, lo que le podría haber causado desde la denegación de un crédito bancario, hasta un posible empleo.
Como parte de nuestro derecho a la intimidad y a la información, tenemos la posibilidad de decidir cómo, cuándo y dónde nuestra información personal está siendo desplegada. Este derecho se va haciendo cada vez más necesario con el uso de las redes sociales, así como el uso de páginas en Internet para la compra de artículos, acceso a las instituciones públicas etc., así como las famosas protectoras de crédito, que “a la libre” operan en nuestro país.
En la Asamblea Legislativa se encuentra el proyecto de ley con n.° de expediente 16.679, con dictamen afirmativo de mayoría, denominado “Ley de Protección de la Persona frente al tratamiento de sus datos personales”. Presenta una serie de vacíos y dudas. Pero es un imperativo que la Asamblea Legislativa avance en este tema, pues se violenta nuestro derecho a la autodeterminación informativa cuando no hay una regulación previa sobre los datos médicos, crediticios, laborales que sobre nosotros están siendo recopilados, almacenados y distribuidos, sin conocimiento.
Tenemos que despertar y darnos cuenta de la necesidad de proteger nuestros datos, y pensar en su forma de protección. No sabemos cómo han sido manipulada nuestra información por protectoras de crédito, sin que ni siquiera nos demos cuenta.