Argumentos vacíos y cajoneros

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Luego de escuchar la critica reiterativa contra Jorge Luis Pinto, acusándolo de usar demasiados jugadores en sus convocatorias, compruebo que algunos lanzan críticas basados en percepciones o simplemente repiten las críticas de otros.

Cuando se dice que son demasiados jugadores convocados, me parece una afirmación sin fundamento si no es comparable con algo.

Por ejemplo, sería mas aceptable decir:“Esta convocatoria de Pinto ha convocado un 20% más de jugadores que el proceso del 2002 en la misma cantidad de meses trabajados”. Eso tendría algo de sentido, al menos desde el punto de vista numérico.

Pero no ha sido así. La frase ha sido “Pinto convoca demasiados jugadores”, y eso es todo.

Hagamos algunos números. En el proceso de Italia 1990 se utilizaron alrededor de 56 jugadores en total. En ese momento eran 10 equipos en primera división. Si le asignamos 22 jugadores a cada equipo resulta un grupo de 220 jugadores elegibles para la Selección. Hay que señalar que en ese momento no había legionarios o al menos no elegibles. Si participaron 56 jugadores en el proceso y el grupo elegible era de 220, significa que en el proceso se utilizó el 25,5% de la totalidad de jugadores.

Actualmente, hay 12 equipos en primera división, equivalente a 264 jugadores, solamente en el campeonato nacional. Si a eso le sumamos 24 jugadores legionarios elegibles, se totaliza un grupo de 288 jugadores disponibles. Si en el proceso de Pinto se han utilizado 74 jugadores, eso significa un 25,6% de jugadores utilizados. Solamente un 0,1% más de la cantidad de jugadores utilizados en el proceso de Italia 1990.

Utilizando un lenguaje estadístico de moda en la política, eso es un empate técnico, sin considerar la complejidad y reglamentación para convocar que hay actualmente, que no existían en 1990.

Es normal que haya algunos a quienes no les guste Pinto, al igual que a algunos no les gustaba Medford, Guimaraes, Kenton o Lavolpe.

Lo que no es normal ni justo es que se le critique con argumentos vacíos y cajoneros.