“La creencia de que más población supone más miseria se resiste a las incontestables pruebas en contra. En los dos últimos siglos, el número de personas sobre la tierra se ha multiplicado por casi siete, de 980 millones a 6.500 millones. Sin embargo, hoy los seres humanos, en conjunto, son más sanos y más ricos, viven más tiempo, están mejor alimentados y tienen más instrucción que nunca”. Así comentaba un escritor en el diario Boston Globe hace unos años.
Aquí, en nuestro país, diferentes expertos y escritos han llamado la urgente atención sobre el envejecimiento de la población.Esto requiere un cambio de mentalidad en los hospitales y en la sociedad, pues las enfermedades de los ancianos son más complicadas que las de los niños.
Un nuevo enfoque de la asistencia social y un proceso educativo se requiere para formar nuevos especialistas en el manejo de poblaciones mayores.
Aporte de la experiencia. La arquitectura, los transportes, la alimentación y la calle deben adaptarse al tránsito de la tercera edad, mucho más numerosa año con año. La era de la edad de oro permite una nueva relación para apreciar su maravillosa experiencia, que debe trasladarse de los abuelos, a sus hijos, y de estos a los nietos.
La oportunidad ofrece espacios para utilizar sus conocimientos, tal es el ejemplo de Asia, en donde la vejez es tremendamente valorada en la empresa, en la sociedad y en la familia, aunque esto requiere un importante cambio económico para los que van por la vida con más lentitud de movimientos pero con conocimiento.
Tendremos que invertir más tiempo de conversación para obtener su sabiduría.El servicio de expertos en Alemania SES ofrece asesorías cortas por parte de personas pensionadas, de más de 62 años.
Ellos piden a cambio el pago del tiquete, alimentación y alojamiento, y ofrecen gratuitamente su asesoría en materia tecnológica para muchas empresas.Son expertos muy útiles que trasmiten experimentos puntuales.
Muchas naciones han puesto en marcha nuevas políticas sociales en favor del crecimiento de su población joven, pues en estos casos un país no puede quedarse esperando a que el último apague la luz.
“En Costa Rica, cada año entran a la tercera edad entre 45.000 y 50.000 personas. En una población de cerca de 5 millones de personas, hay 500.000 adultos mayores de 65 años, es decir, un 10% de la población. Asimismo, ha crecido y continúa creciendo el número de jubilados y pensionados del magisterio” ( L.Guadamuz,experto en educación).
Crédito real para rejuvenecer. La nueva política familiar requiere estudio, pensamiento y propuestas de acción, como se esta dando en muchas naciones, entre ellas Singapur, que sufre de fuerte envejecimiento de la población y casi cero crecimiento.Costa Rica urge de la fuerza joven y en esto tenemos que ir con todos los esfuerzos.
Nuestro país urge de un nuevo pensamiento joven en esta materia. Esto pasa necesariamente por crear iniciativas que fomenten el crecimiento de las familias, con apoyo de crédito para nuevas viviendas, construcción de hogares, educación para la familia, créditos que faciliten la convivencia desde los primeros años, de manera que las familias puedan recibir bien a sus hijos, los formemos con estabilidad sólida en sus hogares.
Los países escandinavos ofrecen permisos de maternidad y paternidad a las familias jóvenes.
Maternidad para que el hijo tenga el acompañamiento de la madre y de paternidad para que las mujeres no pierdan su carrera y sus cargos en la sociedad.
Allí, el padre de familia puede permanecer más tiempo en el hogar acuerpando la educación de los niños.Son costos sociales que merecen ser estudiados para una familia joven y numerosa.
En medio de la visión negativa que existe para el nacimiento de seres humanos, por parte de la industria farmacéutica y de las campañas por el aborto, es necesario culturalmente recapitular, pensar positivamente frente a un reto, que ya está con nosotros. No es que va a venir, ya tocó la puerta, y el envejecimiento está sentado en nuestra sala y atrapa todos los sectores de la sociedad.
Se trata de pensar en una política que atienda mejor a la tercera edad y que a la vez promueva la sólida formación y acogida de las familias jóvenes.
Innovación familiar. Como señala Phillip Longman, estudioso de demografía y economía en la New American Foundation: “En toda la historia, nunca hemos tenido prosperidad económica acompañada por despoblación. Y la despoblación, nos guste o no, está a la vuelta de la esquina”.
El Foro de la Familia en España ha planteado más de 100 puntos sobre cómo a escala nacional o regional se puede apoyar a la familia. Una política social en este sentido debe tener muchas opciones de trabajo y sugerencias: “Soporte a la familia: apoyo económico a las organizaciones que desarrollen programas de orientación familiar; ayuda a mujeres gestantes en situación de desamparo o a mujeres con niños a cargo en situación de conflicto; atención a familias numerosas o en viudedad, etc.”.
Sociedad dinámica. El economista Julian Simon, de la Universidad de Maryland, quien vino dos veces a Costa Rica y expuso sus teorías sobre el crecimiento de la población, dijo ocho días antes de fallecer repentinamente en su casa en Estados Unidos jugando basquetbol: “El futuro de un país o de una región no depende exclusivamente de la población que tenga: depende también de los demás países de su entorno y, ahora más que nunca, de la evolución de la población y de los conocimientos, como decíamos antes, en todo el mundo. Pero lo que parece evidente es que los países necesitan gente para ser económicamente activos, dinámicos, vibrantes. La población crea necesidades, y estas mueven a desarrollar la economía: se construyen viviendas y colegios, se implantan empresas e industrias, etc.”.
A la familia joven hay que apoyarla con todo lo que la sociedad pueda, pues es estratégica para el futuro de Costa Rica.
El autor es diplomático.