Alimentación escolar, aliado poderoso del desarrollo

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

En diciembre del 2013, la representación de la FAO en Costa Rica presentó a las autoridades nacionales el estudio de alimentación escolar en Costa Rica y las posibilidades de compra directa de la agricultura familiar, a través de un esfuerzo multisectorial con la participación de los ministerios de Educación, Salud, Agricultura y Ganadería, dentro del marco del proyecto FAO/Brasil, “Fortalecimiento de los programas de alimentación escolar en el marco de la iniciativa de América Latina y Caribe sin hambre”.

Un ejemplo de esto es Brasil, que estableció en su legislación que un mínimo de 30% de las compras institucionales deben provenir de la agricultura familiar, y adecuó su estructura institucional para generar las condiciones para asegurar que esto sucediera.

El estudio presenta el estado actual de la alimentación y nutrición estudiantil en Costa Rica, describiendo la situación actual de los programas de alimentación preescolar y escolar, e identificando la legislación y el potencial de participación de los agricultores familiares en las compras de alimentos de los CEN-Cinai, del Ministerio de Salud, y el Panea, del Ministerio de Educación Pública.

Los principales resultados de este estudio destacan el trabajo realizado por Costa Rica, que le hace diferenciarse del resto de países de Centroamérica.

Y, así, se puede citar que los programas estatales de alimentación cuentan con una de las mejores estructuras en la región centroamericana, con cobertura de presupuesto gubernamental en un 100% y políticas públicas orientadas a su funcionamiento.

La existencia de un programa de alimentación específico para la atención de mujeres embarazadas, mujeres en periodo de lactancia y niños menores de 6 meses (CEN-Cinai) es también destacable, al ser único en toda Centroamérica.

Es claro que el buen funcionamiento de estos programas sociales han contribuido en gran medida a generar bajos índices de subalimentación en el país y a promover el cumplimiento y ejercicio efectivo del derecho a la alimentación, impactando en el nivel de desarrollo de la población costarricense, y convirtiéndose en un elemento de equilibrio hacia la problemática de la pobreza en el país.

El estudio analizó también las potencialidades y los desafíos que se presentan para la implementación de un sistema de compra directa de la agricultura familiar, como instrumento para la reducción de la pobreza en Costa Rica, que establezca la disponibilidad de un mercado de productos frescos y nutritivos para estudiantes y, a la vez, un activador de la economía y el desarrollo local.

A pesar de los buenos resultados que se reflejan en este estudio, todavía existen retos. El principal desafío consiste en la necesidad de desarrollar mecanismos que permitan a los agricultores familiares organizados un acceso directo y transparente a este mercado institucional.

El vínculo de este mercado al desarrollo local tiene una alto potencial para impactar en algunas zonas vulnerables del país. La venta directa, a través de los centros agrícolas cantonales, cooperativas u otras organizaciones formales, contribuirían a integrar la oferta de los productores y a superar los problemas de logística, incentivando el desarrollo de las economías rurales locales.

La vinculación de la agricultura familiar a la alimentación escolar requiere que la organización de la producción, en volumen y tiempo, incluya aspectos nutricionales que contribuyan a la salud de la población participante.

No cabe duda de que el fortalecimiento continuo de los programas estatales de alimentación tendrá un efecto positivo en las condiciones de salud de la niñez y adolescencia de Costa Rica, y especialmente, si se vincula a la compra de la agricultura familiar, se constituirá en un instrumento poderoso para mejorar los indicadores de desarrollo, y la reducción de la pobreza y la subalimentación en Costa Rica.