Agua y tuberías de asbesto

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El “asbesto” o “amianto” es un término genérico, que describe determinadas fibras naturales que se dividen en dos grandes grupos: serpentina y anfíboles; el primero es conocido como Arisotilo (asbestos blancos), mientras que los segundos incluyen cinco tipos identificados como Actinilita, Amosita (asbestos café), Antofilita, Anocidolita (asbestos azules) y Termolita. Debido a su gran resistencia han sido utilizadas para la fabricación de tuberías, tanques de almacenamiento, láminas para techos y cielo rasos, entre otros productos.

A nivel mundial, y desde el punto de vista de la salud pública, su uso ha sido cuestionado epidemiológicamente debido a que existen estudios que vinculan este material con tumores o mesoteliomas en trabajadores relacionados con la fabricación de los mencionados productos. La principal relación con la formación de tumores en seres humanos se fundamenta en la inhalación por prolongados periodos.

Sin embargo, algunos científicos también lo han vinculado con cáncer gástrico (CG), producto de su ingesta por parte de personas que se abastecen con aguas conducidas por cañerías construidas con este tipo de material.

Aunque los estudios con grandes dosis de fibras de asbesto en agua, suministrada a animales de laboratorio, no han logrado demostrar la producción de varios tipos de cáncer, lo cierto es que a nivel mundial y nacional existe confusión y controversias sobre el verdadero impacto del asbesto por ingesta de agua.

En los últimos 15 años, AyA ha sido denunciado en dos ocasiones, ante los Tribunales de Justicia, por este asunto; la primera por el uso de tramos de tubería de asbesto en el acueducto de Palmares, y la segunda en el de Nicoya.

A raíz de esto, en el Laboratorio Nacional de Aguas (LNA) se realizó, en el año 2004, una investigación titulada “Tubería de asbesto en los acueductos: existe o no relación con la incidencia de cáncer gástrico en Costa Rica”; su objetivo principal era “analizar si existe o no asociación estadística entre la incidencia de CG y la presencia de tubería de asbesto en los sistemas de abastecimiento de agua en cantones y comunidades de Costa Rica”.

Los resultados de este estudio determinaron, a través de cuatro métodos estadísticos diferentes, que “el uso de tuberías de asbesto no es un factor de riesgo para padecer CG en Costa Rica”.

Dichosamente para AyA, la presentación de este estudio permitió que los Tribunales de Justicia dieran por cerrados ambos casos.

No obstante, en el mes de noviembre del año 2010, las autoridades de salud de la Región Chorotega tramitaron ante la Jefatura Cantonal de Nicoya de AyA una orden sanitaria, ordenando de nuevo la eliminación del tramo de tubería (28%) de asbesto; es decir, por ignorancia o desconocimiento se está cuestionando a AyA dos veces por la misma situación, prevaleciendo la especulación y no los hechos científicos comprobados.

Ante esta situación, insto a las autoridades de salud a desistir con la emisión de órdenes sanitarias por la utilización de tubería de asbesto, ya que esta situación resulta contraproducente para AyA y causa alarma entre la población, máxime cuando se trata de un asunto que ha sido comprobado científicamente y que es parte de las “Guías para la Calidad del Agua de Bebida” (OMS, 2004, Pág 193 y 308)' “No hay evidencia consistente de que la ingesta de asbestos es peligrosa para la salud'”.