Un paso del INA en la dirección correcta

La institución educativa y la concesionaria de la terminal de contenedores de Moín suscribieron un convenio para ampliar la formación técnica en Limón

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El Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y la concesionaria de la terminal de contenedores de Moín, APM Terminals, suscribieron un convenio para fortalecer la educación técnica en Limón, con énfasis en la capacitación de personal especializado para la operación portuaria. Estudiantes y organizaciones civiles de la provincia atestiguaron la firma del acuerdo destinado a maximizar el aprovechamiento de las oportunidades creadas por la importante obra de infraestructura.

El programa prevé la cooperación de los firmantes en el ámbito académico, capacitación y formación profesional y pasantías. La sede limonense del INA dará cursos de doce meses a los interesados en obtener una certificación en materias pensadas para satisfacer la demanda del mercado laboral.

El convenio responde al clamor de diversos sectores preocupados por la fuga de talentos y las limitadas oportunidades educativas en la región. Los jóvenes se desplazan al Valle Central para estudiar o encontrar trabajo, al punto que la construcción de la terminal portuaria debió importar trabajadores calificados desde San José.

Hasta ahora, APM Terminals y sus subcontratistas reclutaron el 85% de los trabajadores en la zona, pero, ante la falta de personal calificado, muchos empleos de calidad terminan en manos de trabajadores provenientes de otras provincias, en especial de las del centro del país.

En un editorial reciente, hicimos eco de los llamados de Ricardo Wing, director de la sede regional de la Universidad de Costa Rica, sobre la necesidad de brindar una educación orientada por las necesidades del mercado laboral. En el mismo sentido se ha manifestado Randy Gordon, de la Cámara de Comercio de Limón.

Kenneth Waugh, gerente general de APM y firmante del acuerdo con el INA, ha venido insistiendo en el propósito de llenar las plazas con talento local, pero también ha lamentado los obstáculos para lograrlo. Por ejemplo, el proyecto no encuentra en Limón la cantidad de soldadores necesarios. Por su parte, Wing señala la importancia de impartir carreras universitarias en materias como la ingeniería eléctrica e industrial.

La alianza establecida por el INA y APM Terminals no solo constituye un fiel cumplimiento de los objetivos de la institución estatal, sino también un paso firme hacia el aprovechamiento local de las oportunidades abiertas por las nuevas instalaciones portuarias.

El impulso a la formación técnica y superior no solo servirá a la concesionaria de la terminal, sino también a otras empresas y actividades económicas en la provincia. En conjunto, los esfuerzos pueden crear un círculo virtuoso de atracción de inversiones, una dinamización de la economía, más empleo y, de nuevo, la exigencia de oportunidades formativas para satisfacer las necesidades de un mercado en expansión.

En el acto de suscripción del convenio, la vicepresidenta Ana Helena Chacón señaló la necesidad de reducir la pobreza en la región del Caribe y la importancia de los empleos agregados a la economía local por la construcción y futuro funcionamiento de la terminal de contenedores. La decisión del INA es una forma de asegurar que los beneficios sean, en primer lugar, para los limonenses.

Hay en Limón un enorme potencial para el desarrollo de nuevas actividades productivas y el mejoramiento de las existentes. El Estado debe contribuir a erigir la infraestructura necesaria. El inventario de necesidades que dio origen al proyecto Limón Ciudad Puerto sigue vigente, y el fracaso de esa iniciativa no justifica el abandono de sus aspiraciones. La nueva terminal de contenedores no es la solución a todos los problemas, pero es un paso en la dirección correcta hacia el futuro que la provincia merece.