Transformación regional en el sur

Germinadora de Empresas y Empleos es un proyecto que merece toda la atención del Gobierno y del país

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La región sur-sur del país, integrada por los cantones de Osa, Golfito, Corredores, Coto Brus y Buenos Aires, ha estado marcada, directa o indirectamente, por la economía de enclave bananero. Este tipo de economía llegó de afuera con la tecnología de la gran plantación, para abastecer los mercados norteamericano y europeo. Producía para el exterior y traía la mano de obra y todos los insumos y productos de consumo del exterior del país y en el mejor de los casos de fuera de la región.

La salida de la empresa bananera en los ochenta provocó un colapso regional que se agudizó con la puesta en vigencia de los Programas de Ajuste Estructural que afectaron la incipiente economía campesina de la región.

La organización de grandes cooperativas de palma y banano, por parte de los exobreros bananeros, preparados para la organización con división social del trabajo, palió, en parte, el problema, pero no cambió el carácter de enclave, que mantiene su peso e inercia por la carencia práctica en pequeñas empresas. Tampoco logró sacar de la depresión la economía y a la población local.

Los índices de pobreza de estos cantones se aproximan a los centroamericanos del norte, alcanzando el 50% de la población. Esta pobreza afecta principalmente a las jefas y los jefes de hogar que tienen un bajo nivel educativo, una edad superior a la media y serias responsabilidades familiares. Se trata de un sector que difícilmente, aunque se capacite técnicamente, puede encontrar trabajo ya que hay pocos empleadores y los que existen prefieren a los más jóvenes por su energía y nivel educativo. La alternativa más segura a su alcance es generar su propio empleo, en un mundo donde por la inercia de la economía de enclave hay nichos de mercado para el consumo interno, que se han abastecido hasta ahora desde fuera y que se podrían atender localmente.

Al mismo tiempo, en la región están surgiendo nuevos nichos y oportunidades en los servicios comunitarios y el turismo.

El proyecto Germinadora de Empresas y Empleos, basado en una metodología probada internacionalmente, fue propuesto desde el inicio ante la Junta de Desarrollo Regional de la Zona Sur (Judesur) por el movimiento cooperativo regional y apoyado por la Universidad Nacional (UNA) y un conjunto de instituciones. Este proyecto inició la etapa de preparación de formadores en el 2010 con la formación de 42 técnicos en Desarrollo Cooperativo Comunitario y 650 auxiliares de Proyectos de Inversión; estos últimos, miembros de las comunidades que elaboraron perfiles de proyectos productivos o de servicios.

Actualmente, ya están formados y organizados los técnicos en Desarrollo, así como elaborados centenares de perfiles de empresas. También están aprobados los recursos de Judesur para capacitar en el 2012 a más de 2.500 emprendedores de toda la región; al mismo tiempo que Cenecoop y el IMAS han realizado gestiones importantes ante el Banco Popular para que las empresas individuales y cooperativas que surjan y lo demanden, puedan recibir financiamiento. No obstante, los trámites son muy lentos no solo para las necesidades de la región, sino también para los técnicos en Desarrollo Cooperativo Comunitario formados en el proceso, que, aunque están llenos de mística por continuar su trabajo en las comunidades, tienen familias que alimentar y aún no han logrado pasar, casi un año después, por la tramitología imperante para consolidarse como cooperativa.

La forma en que se superen estos obstáculos y se puedan poner en operación los recursos capacitados, es crucial para el desarrollo del proyecto. En este sentido, las instituciones públicas y la Contraloría General de la República deben prestar especial atención y facilitar, de manera expedita, los trámites a este esfuerzo regional.

Se trata de una experiencia que surge de una iniciativa cívica que debe ser emulada y de un esfuerzo financiero importante del movimiento cooperativo en pro del desarrollo regional.