Empuje derechista en Europa

Europa enfrenta el embate de la ultraderecha país por país, con resultados todavía inciertos y muy preocupantes

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A partir de esta semana, en los próximos días y meses, los torneos electorales en Europa mostrarán los signos políticos de mayor vigencia en ese continente. Primero, se celebrarán los comicios de Holanda, el miércoles, seguidos por los de Francia, en abril, y los de Alemania, en setiembre.

La pregunta en boga es sobre el desempeño de los partidos de extrema derecha, cuyos programas se orientan a la desarticulación de la Unión Europea. La repercusión de los sucesivos resultados electorales en la propia Europa y en otras regiones, incluso en América Latina, también será un fenómeno a observar con detenimiento.

En los comicios parlamentarios de Holanda se prevé el surgimiento de nuevas figuras al lado de rostros ya tradicionales. Recientes encuestas de opinión apuntan al perfil creciente de Geert Wilders, político de la ultraderecha cuyo libreto retórico suele enderezarse contra los musulmanes y las masas migrantes. Su historial incluye un amplio listado de causas judiciales que ha debido encarar por su radicalismo en la promoción del odio.

En la presente campaña, sus empeños antimusulmanes persisten, lo cual le ha granjeado simpatías internacionales entre quienes se inclinan por la tesis del supuesto choque de civilizaciones. De hecho, generosas contribuciones financieras para su campaña provienen de Estados Unidos y sus grupos conservadores.

La antorcha del extremismo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas programadas para el 23 de abril estará nuevamente en manos de Marine Le Pen. El actual mandatario, François Hollande, encara desde hace meses una catástrofe en las encuestas, conforme la caída de la economía francesa continúa sin muestras de enderezarse. Hace algunos meses, Hollande anunció que no aspiraría a la reelección, lo cual fue bien recibido por el electorado.

No obstante, dos rostros relativamente nuevos despertaron interés y esperanzas frente a Le Pen. Uno es del conservador François Fillon, cuyas posibilidades pronto se vieron disminuidas por una serie de problemas judiciales, lo cual abrió las puertas al centrista Emmanuel Macron, un joven de 39 años cuya candidatura ha sido bien recibida por el electorado. Así como en Holanda se prevé un avance de Wilders, en Francia se pronostica una segunda ronda, quizá entre Macron y Marine Le Pen, con probable ventaja para la segunda. Macron despierta grandes simpatías, pero también dudas. Fue ministro de Economía del actual presidente y el tiempo apremia para acortar la ventaja del Frente Nacional de Le Pen en la primera ronda.

Finalmente, las elecciones federales alemanas para integrar el Bundestag, o Parlamento, están previstas para setiembre próximo. Los analistas vaticinan que unos 90 nuevos miembros pertenecerán a la agrupación Alternativa para Alemania (AfD), de la derecha radical. De cumplirse el pronóstico, sería el primer partido nuevo que ingresa al Bundestag desde 1990.

La ultraderecha ha ganado terreno en algunas contiendas electorales regionales frente a la canciller Ángela Merkel, demócrata cristiana, cuyo estilo en el ejercicio del poder la ha hecho muy popular, además de sus políticas centristas, pero ha sufrido erosión debido a la humanitaria inclinación de sus políticas frente a los refugiados. Merkel mantendrá su compromiso con el euro y la Unión Europea, así como la política de no cerrar las fronteras a los migrantes, aunque se ha visto obligada a moldearla, sin claudicar, dadas las marejadas contrarias de un sector de la opinión pública.

Es posible que en los comicios venideros la Democracia Cristiana sufra importantes bajas, pero los pronósticos la mantienen al frente del gobierno, y si algún otro partido muestra perspectivas de crecimiento, es la socialdemocracia, cuya recuperación ha sido detectada por las encuestas.

En suma, Francia y Alemania parecen seguras en el campo de la moderación. Ese mismo camino escogió por estrecho margen el electorado austríaco, pero el desarrollo de los acontecimientos políticos en Holanda es inquietante, como fueron los resultados de los últimos comicios italianos. Europa enfrenta el embate de la ultraderecha país por país, con resultados todavía inciertos y muy preocupantes.