Editorial: Turismo sin emisiones

Cuarenta y cuatro estaciones de carga para autos eléctricos fueron puestas a disposición a tiempo para las fiestas, aprovechadas por muchos para visitar atractivos turísticos: hay electrolineras en zonas montañosas y costeras, urbanas y rurales, de la región central, el Caribe y el litoral del Pacífico

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El 20 de diciembre el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) instaló un cargador de energía para automóviles en Liberia para completar los 44 puntos de abastecimiento puestos a disposición de los conductores en el país. La red, desarrollada a lo largo del año que concluye, permite viajar por la mayor parte del territorio nacional sin utilizar hidrocarburos.

Hay cargadores en zonas montañosas y costeras, urbanas y rurales, de la región central, el Caribe y el litoral del Pacífico. Las estaciones de carga fueron puestas a disposición de los usuarios a tiempo para las fiestas, aprovechadas por muchos nacionales y extranjeros para visitar atractivos turísticos.

Los centros de recarga, ubicados en restaurantes, centros comerciales, estaciones de servicio, municipalidades y empresas privadas, pueden ser hallados mediante las direcciones www.plugshare.com y www.conectaev.com. Seguramente, no tardará el diseño de una aplicación para teléfonos inteligentes. Las apps de navegación también facilitarán saber dónde se encuentran las electrolineras.

El parque vehicular eléctrico todavía es muy limitado en Costa Rica, pero iniciativas como la de comentario estimulan su crecimiento. El anuncio del ICE recuerda otros tiempos, cuando el incipiente desarrollo de carreteras invitaba a los pioneros a adoptar el automóvil y aventurarse por nuevos caminos.

La red es una obra en construcción y la demanda contribuirá a marcarle el paso, pero es importante preverla, para adelantarse, y no correr a satisfacerla. Por eso, el anuncio de los diez cargadores rápidos y los 34 semirrápidos es digno de elogio. La red contribuirá a fortalecer la imagen de Costa Rica como país comprometido con el ambiente.

Ojalá las compañías de alquiler de autos pronto ofrezcan a los visitantes —con suficiente información previa sobre ubicación, capacidad y limitaciones de la red— la posibilidad de visitar nuestras bellezas naturales sin emitir carbono durante el traslado. No faltarán los turistas dispuestos a sobrellevar los inconvenientes, si los hubiera, cuando se les invite a aprovechar la electricidad generada, en un 98 %, con agua, viento, geotermia, biomasa y sol.

Bien dijo Irene Cañas, presidenta ejecutiva del ICE, que los viajes impulsados por electricidad renovable complementan el turismo verde y sostenible en Costa Rica. “Estamos generando las condiciones para que las personas puedan trasladarse por el territorio nacional con un vehículo eléctrico cero emisiones, alimentado por energía renovable producida en nuestro país”, añadió la primera dama, Claudia Dobles.

La iniciativa del ICE se suma, como elemento indispensable, a los estímulos establecidos por el gobierno para la adopción de vehículos eléctricos. El tratamiento fiscal favorable, los privilegios para estacionar y circular libremente pese a las restricciones impuestas en el área metropolitana no bastan para impulsar la utilización de la nueva tecnología. Asegurar el abastecimiento eficiente de energía es el elemento decisivo para persuadir a los conductores de abandonar el motor de combustión.

En el futuro cercano, la disminución de los precios de los vehículos eléctricos, gracias a los avances conseguidos en la fabricación de baterías, contribuirá a los esfuerzos desplegados por el gobierno. Ya los analistas del mercado revisaron sus estimaciones del momento de encuentro del precio de las dos tecnologías. Ahora, lo fijan en los primeros años de la nueva década. A partir de entonces, tendrá poco sentido dar la espalda a la electricidad porque el costo de ser propietario de un auto de combustión es muy superior. Nuestro país hace bien en prepararse para el cambio y también en acelerarlo.