Editorial: Transparencia tardía

A estas alturas, el país ya escuchó, en voz de los protagonistas, cómo se fraguó la irregular contratación de la empresa de Bulgarelli apenas inaugurada la administración

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El 30 de agosto, La Nación informó de que el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y la Casa Presidencial se negaron a facilitar el expediente de la contratación de $300.000 adjudicada a la empresa del productor audiovisual Christian Bulgarelli Rojas. A ambas se les preguntó, a ambas se les insistió y ambas retuvieron la información.

La Casa Presidencial recibió la primera solicitud el 3 de agosto, un mes antes de la citada publicación. Ante la insistencia de la prensa, el 23 de agosto, el presidente Rodrigo Chaves aseguró que la información no debía pedirse a la Casa Presidencial, sino directamente al Banco. Este diario pidió el contrato al BCIE el 21 de agosto y dos días después amplió la consulta para solicitar el expediente completo. El 24 de agosto, el BCIE exigió llenar un formulario en línea para pedir los documentos.

Minutos después de enviado el formulario, se obtuvo una respuesta de recibido, con la aclaración de que la institución dispone de dos meses para responder y podría ampliar el plazo si lo considera insuficiente. Ante la burla, este diario denunció el ocultamiento de la información.

Han pasado más de tres meses y, aparte de la información que ya era pública, el BCIE solo remitió el contrato, sin los anexos ni el resto del expediente. A partir de esa información, no es posible saber cuáles otras empresas participaron del concurso y con qué criterio se eligió a la de Bulgarelli.

Ahora, tras la publicación de los audios donde se escucha al mandatario y su equipo de comunicación conversar sobre el contrato, Chaves pidió al Banco revelar, muy tardíamente, el expediente y el proceso de contratación. A estas alturas, el interés de esa documentación es muy reducido.

La Nación ya reveló declaraciones de la exministra Patricia Navarro Molina sobre la participación de Bulgarelli en la elaboración de los términos del concurso que posteriormente ganó su empresa. Según la exfuncionaria, Bulgarelli le informó de que lo había hecho junto con Federico Cruz Saravanja, conocido como Choreco, asesor de imagen del presidente.

El país ya escuchó, en voz de los protagonistas, cómo se fraguó la irregular contratación de la empresa de Bulgarelli apenas inaugurada la administración y oyó al mandatario preguntar si Choreco formaría parte del “contrato de Christian”. “Sí, señor. Eso está totalmente claro”, fue la respuesta de la exministra Navarro.

Bulgarelli ya confesó haber redactado los requisitos del concurso ganado poco después por su empresa, como se lee con claridad en la entrevista publicada por este diario el 3 de octubre pasado. Según Bulgarelli, lo hizo sin saber que el contrato sería sacado a licitación, pero la ministra lo niega y los audios publicados esta semana lo ponen en entredicho.

Este diario ya comparó minuciosamente el borrador entregado por el productor a la exministra Navarro con el concurso convocado posteriormente por el BCIE para adjudicar el negocio de $300.000 y encontró que en lo esencial son idénticos. La empresa de Bulgarelli cumplía todos los requerimientos, como era de esperar.

El país ya escuchó al ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez Vives, admitir la intervención de Bulgarelli en la redacción de las bases del concurso posteriormente ganado por su empresa, pero insiste en que este diario califica el contrato de irregular sin aportar “una sola prueba”

En la edición de hoy, el país entero puede escuchar y leer las declaraciones de Dante Mossi, presidente del BCIE hasta el 30 de noviembre pasado, calificando el contrato como “una infracción grave, porque no puede ser la misma persona que trabaje en… los términos de referencia, que se someta a un concurso y gane, porque obviamente conoce los temas de referencia y el presupuesto”. Ya es tarde para la transparencia.