Editorial: Nuevo salto al vacío

Entre la revelaciones de Christian Bulgarelli, hay una de capital importancia, por demostrativa del ‘modus operandi’ planeado para difundir el mensaje del gobierno, es decir, su comunicación política

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Entre las muchas revelaciones del publicista Christian Bulgarelli en la comisión legislativa creada para investigar las contrataciones del Sistema Nacional de Radio y Televisión (Sinart), hay una de capital importancia, por demostrativa del modus operandi planeado para difundir el mensaje del gobierno, es decir, su comunicación política en el sentido más estrecho de la palabra.

La empresa Nocaut, de Bulgarelli, fue contratada mediante un concurso cuyas condiciones él mismo redactó para brindar una “consultoría estratégica” de comunicación financiada con $405.000 donados por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). Además, había sido designada proveedora de servicios audiovisuales del Sinart, a principios del 2023, por orden del entonces presidente de la empresa pública, Allan Trigueros, según testimonio de la ex directora jurídica Mariana Fernández.

El diputado Ariel Robles, del Frente Amplio, criticó al publicista y a otros integrantes del equipo de comunicación en una vehemente intervención en el plenario, llamándolos “mercenarios digitales”. Entonces, Bulgarelli produjo un video donde acusaba al legislador de violencia política contra él, contra su empresa y contra las familias de los colaboradores de la productora y Nocaut. “Lo hace porque estamos dando servicio a una administración a la que usted necesita golpear”, afirmó en la grabación.

Lo sorprendente es que en lugar de publicar el video para responder personalmente a las críticas, Bulgarelli se lo llevó al ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez Vives, a quien le gustó el video, según declaraciones de su autor ante la comisión legislativa. La grabación fue divulgada el 4 de agosto del 2023 en las redes sociales, pero el publicista niega haberlo puesto a circular.

“Yo no publiqué el video. Yo lo produje y compartí con don Jorge, y fue don Jorge el que decidió”, dijo bajo juramento cuando la diputada Andrea Álvarez le preguntó cómo fue el video a parar en una página de Facebook afín al gobierno, conocida como “La hora de Juanito Mora”. Esa página figuraba, según el propio protagonista de sus transmisiones, entre los medios en fila para recibir pauta estatal.

Bulgarelli se disculpó con el diputado Robles e insistió en que solo compartió la grabación con el ministro Rodríguez, a quien sugirió enviársela a “Randall, de Repretel”. Por su parte, explicó el video como fruto de su frustración por la situación. “No creo que le haya aportado nada positivo a nadie”, agregó.

En suma, tenemos un consultor del gobierno, contratado de manera irregular por el BCIE, que produce un video para atacar a un diputado de oposición por criticar sus actuaciones y las del equipo de comunicación. La respuesta no es a título personal, porque pasa por la revisión del ministro de Comunicación y luego se difunde en medios afines al gobierno e interesados en la pauta estatal, cuya eventual distribución se haría desde el Sinart, donde Bulgarelli había sido contratado, a dedo, meses antes.

Esa contratación se frustró cuando trascendió el método utilizado para efectuarla. También se esfumó toda posibilidad de prolongar la consultoría de la empresa de Bulgarelli cuando este medio publicó los pormenores de la adjudicación del contrato. Los medios interesados en la pauta estatal quedaron en espera de la bonanza cuando la Contraloría General de la República improbó el presupuesto del Sinart en medio de cuestionamientos por el manejo de la pauta publicitaria del Estado.

Quizá la mejor caracterización del proceso la produjo el propio Bulgarelli cuando tomó prestado un polémico eslogan de la campaña electoral para decir a los diputados: “Trabajar en este caos fue un salto al vacío. Producir en medio de este conflicto, fue un salto al vacío. Y, para mí, trabajar para este gobierno, fue un salto al vacío”.