Editorial: Más dudas sobre los escáneres

En el caso del cargamento de Málaga, solo hay dos posibilidades: los escáneres son incapaces de detectar todo el contrabando o la carga fue detectada y se le dejó pasar

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El ministro de Seguridad Pública, Mario Zamora, declinó referirse al decomiso de un considerable cargamento de droga en el puerto de Málaga. Se congratuló en un video de la colaboración brindada por la Policía nacional para producir la captura, pero rehúsa dar más detalles. Hasta el momento, las únicas referencias a esta colaboración las hicieron la Cadena Ser, de España, y el ministro Zamora.

El caso despierta un cúmulo de dudas. Desafortunadamente, el silencio del ministro impide despejarlas. El gobierno afirma que el 100 % de la carga embarcada en APM Terminals, en Limón, es escaneada. Entonces, debería poder decirnos en qué fecha la droga decomisada en Málaga pasó por el escáner y cuál de los tres aparatos la revisó.

Así sabríamos si se trata de uno de los escáneres golpeados por un vehículo, el 19 de julio, conducido por una persona investigada a raíz de estos hechos, y podríamos saber si el paso de la droga destinada a Málaga se hizo posible por la misma avería a que el ministro atribuye la falta de detección de otro cargamento, escaneado el 31 de julio, doce días después del presunto sabotaje, y decomisado en Róterdam, ciudad de los Países Bajos.

¿Por qué se siguió escaneando contenedores con los aparatos dañados? A falta de respuesta del ministro, debemos entender que las autoridades creyeron haberlos arreglado, pero las fallas persistieron. Por eso siguieron utilizándolos e insistiendo en que por el puerto no pasa un solo gramo de cocaína desde la instalación de los escáneres.

Sería útil, entonces, saber cuándo se dieron cuenta de que la falla subsistía. ¿Sería el lunes pasado, cuando este diario reveló el decomiso en Róterdam de media tonelada de cocaína pasada por el escáner número dos? Esto explicaría por qué el cargamento de Málaga no fue detectado, siempre que haya sido revisado por el mismo escáner, pero también implicaría que uno o tal vez los dos aparatos funcionan mal prácticamente desde su instalación, sin que las autoridades lo supieran, quizá confiadas en la ineficaz reparación. No obstante, es difícil creer que los aparatos han sido utilizados a diario, durante tanto tiempo, sin que sus operadores notaran problemas con las imágenes.

Si el cargamento de Málaga fue escaneado a mediados de setiembre, como podríamos suponer por la duración de la travesía transatlántica, aunque es imposible afirmarlo con certeza, dado el silencio de la autoridades, la falla producto de las colisiones de julio subsistía dos meses después sin que nadie lo notara.

Otra posibilidad es que la carga pasara por el escáner en buen estado o que las reparaciones en algún momento tuvieran éxito. En ese caso, solo hay dos posibilidades: los escáneres son incapaces de detectar todo el contrabando, como las autoridades lo han hecho creer con sus garantías de que por el puerto no pasa un solo gramo, o la carga fue detectada y se le dejó pasar.

Esta última posibilidad explicaría el aviso a las autoridades malagueñas del cual presumió el ministro. No obstante, la ley fija un procedimiento para la “entrega vigilada”, que consiste en permitir el paso de sustancias y capitales ilícitos para fines de investigación y captura de los responsables. El procedimiento exige participación de la Fiscalía, pero esa entidad no tuvo conocimiento de los hechos, según respuesta a la consulta enviada por este diario. Si se permitió el paso de la droga para que fuera detenida en Málaga, es necesario saber quién dio la orden, por qué no se aplicó el procedimiento previsto y si hay otra forma legal de permitir el paso de la droga sin conocimiento del Ministerio Público.

En suma, si la cocaína fue detectada por el escáner, ¿por qué no se le decomisó en el acto? Y, si se le dejó pasar, ¿cuál fue el procedimiento aplicado? Si pasó sin ser detectada, queda claro que los escáneres no garantizan que por el puerto no sale un solo gramo de droga y es necesario complementar la vigilancia con otras medidas, como la presencia de una policía especializada.

Pero si no hubo detección, ¿cómo pudo nuestra policía avisar a Málaga? O recibieron el dato después de zarpar el barco o hubo una confusión en las informaciones relacionadas con el decomiso. En cualquier caso, las dudas sobre la suficiencia de los escáneres para combatir el narcotráfico se acrecientan y el silencio de las autoridades no contribuye a despejarlas.