Editorial: Fuerte alza en el costo de la canasta básica

Hace un año costaba ¢48.084 por persona en promedio, y ahora, ¢55.988, es decir, ¢7.904 más, de acuerdo con datos del INEC

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

El costo de la canasta básica rural, urbana y nacional se disparó un 16% entre junio del 2021 y junio del 2022. Hace un año costaba ¢48.084 por persona, en promedio, y ahora, ¢55.988, es decir, ¢7.904 más, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

Esto quiere decir que en los últimos 12 meses una familia de cuatro personas pasó de gastar ¢192.337 en alimentos básicos a desembolsar ¢223.952. El monto adicional es de ¢31.616.

Si bien el alza media fue del 16%, el precio de algunos productos subió hasta un 43% en ese período, como en el caso de las grasas. Mientras el valor del huevo se incrementó un 29%, las bebidas no alcohólicas subieron un 24,6% y la carne de pollo y res, entre un 21 y un 19,3%.

Se trata de alzas que golpean con mayor fuerza el bolsillo de los hogares más pobres del país, tomando en cuenta que el ingreso de los trabajadores no calificados subió en ese lapso apenas un 7%, según una comparación realizada por el economista Ronulfo Jiménez.

Para el también economista Andrés Fernández, del Consejo de Promoción de la Competitividad, el desbalance entre el encarecimiento del costo de los alimentos básicos y el aumento del ingreso promedio de los trabajadores no calificados es posible que se traduzca este año en un incremento significativo de la pobreza.

Fernández calcula que a los 383.500 hogares que ya viven en esa condición se les podrían agregar otros 70.000 si se mantiene la tendencia de crecimiento en los precios de la canasta básica alimentaria registrados de julio del 2021 a mayo del 2022, y si se mantienen los ingresos de los hogares como estaban en julio del 2021.

Los datos son alarmantes. Se trataría de 70.000 hogares más sin ingresos suficientes para satisfacer, como mínimo, las necesidades de energía o calorías diarias de un individuo promedio. Y, peor aún, se corre el riesgo de que familias que ya están en pobreza caigan en pobreza extrema al carecer de recursos para comprar la canasta básica. El riesgo obliga a las autoridades del gobierno a pensar en opciones para ayudar a los más pobres a paliar el alza en los precios, máxime en momentos en que el panorama se torna más oscuro.

No se vislumbra que el entorno internacional mejore a corto plazo y se revierta el agravamiento de la crisis alimentaria global, ocasionada por la invasión rusa a Ucrania, la disrupción de las cadenas de abastecimiento y factores climáticos.

Tampoco se prevé una baja mucho mayor en los costos de los hidrocarburos, los cuales afectan toda la cadena de producción y otros insumos, como los fertilizantes, indispensables para el cultivo de alimentos.

El ministro de Hacienda, Nogui Acosta, explicó que el gobierno tiene poco espacio fiscal para brindar más ayudas debido a los compromisos con el Fondo Monetario Internacional (FMI). No obstante, afirmó que conversará con personeros de ese organismo para explorar cómo crear un espacio y liberar más fondos. “Hay que hacer una evaluación de qué tanto espacio tenemos y, en las conversaciones con el Fondo, ver si lo hay para mover algunas de las metas”, afirmó.

Pero a mayor plazo, la solución está en promover programas de reactivación económica para generar más empleo, ojalá de mejor calidad; estimular la capacitación profesional, bilingüe y técnica; y ejecutar políticas afirmativas dirigidas, principalmente, a las mujeres jefas de hogar.

La situación es preocupante, y no se debe escatimar ningún esfuerzo. Miles de ciudadanos están en peligro de caer en pobreza, miles carecerían de recursos para comer tres veces al día y otros miles, ante la necesidad, podrían caer en la delincuencia.