Editorial: Celebración en Europa y el Istmo

La conmemoración del Día de Europa coincide con los diez años del Acuerdo de Cooperación con Centroamérica

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Costa Rica, Centroamérica y la Unión Europea (UE) tendremos este martes una doble y justificada conmemoración: los 38 años desde que se designó el 9 de mayo como Día de Europa y los 10 de la entrada en vigor del Acuerdo de Asociación entre Centroamérica y la UE (Aacue). Son hitos para celebrar.

Los jefes de Estado y Gobierno que integran el Consejo Europeo establecieron el Día de Europa en 1985 para honrar el primer gran paso del continente hacia su integración. Se trata de la Declaración Schumann, en la que, el 9 de mayo de 1950, el entonces ministro de Asuntos Exteriores de Francia Robert Schumann propuso la administración conjunta de la producción de acero por parte de su país, Alemania Federal y cualesquiera otros que desearan unirse. De ahí surgió la Comunidad Europea del Carbón y el Acero, a la que también se adhirieron Bélgica, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos.

A partir de entonces, el proceso de integración comenzó a andar de manera sostenida hasta culminar en la UE, de la que hoy forman parte 27 países. El desarrollo de este innovador esquema regional no ha carecido de múltiples diferencias, parálisis y contratiempos, es decir, ha sido dispar. Pero sobre todo se puede calificar de ejemplar. Gracias a él, Europa goza hoy de envidiables estándares de vida, muy distintos entre sus Estados miembros, pero que tienden a confluir paulatinamente. Además, cuenta con mecanismos de gobernanza común basados en la soberanía compartida, el desarrollo económico, el bienestar social y la paz.

Pese a que este último valor ha sido perturbado severamente por la brutal invasión rusa contra Ucrania, se mantiene como un pilar de convivencia entre los miembros de la Unión y de aspiración para quienes desean incorporarse a ella. Más aún, la agresión originó una política de seguridad colectiva más vigorosa e integrada que, con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) como pilar esencial, fortalece las capacidades defensivas europeas y su papel en la geopolítica global.

El Aacue fue el primer tratado internacional negociado y suscrito entre dos regiones. Fue firmado en Tegucigalpa el 29 de junio del 2012, durante una cumbre de presidentes centroamericanos. El Parlamento Europeo lo ratificó el 11 de diciembre del mismo año, y en Costa Rica entró a regir el 1.° de octubre del 2013, tras su ratificación por la Asamblea Legislativa.

Al contar de tres componentes —diálogo político, cooperación y comercio—, tiene un carácter integral, aunque el último de ellos es el más relevante, en particular para Costa Rica. Entre el 2011 y el 2021 (últimos datos oficiales disponibles), nuestro comercio con la EU creció a un promedio anual del 6,4 %, hasta llegar a $4.336 millones, lo que la convierte en el tercer socio más importante, después de Estados Unidos y muy cerca de Centroamérica. Además, Costa Rica representa aproximadamente el 40 % del total del intercambio entre ambas regiones.

Pero más allá de comercio e inversiones, con Europa en general, y la UE en particular, nuestro país tiene una gran confluencia de valores e intereses. Tradicionalmente, hemos coordinado posiciones y acciones en asuntos de paz, seguridad, institucionalidad democrática, derechos humanos, Estado de derecho y ambiente. Son ámbitos de la relación que no solo deben mantenerse, sino también fortalecerse cada vez más. Asimismo, debemos fomentar sin tregua las interacciones entre sectores de la sociedad civil e instituciones científicas, culturales, académicas, gremiales y empresariales. Cuanto más densa la red de nuestras relaciones, mejor para ambas partes, sobre todo para Costa Rica y Centroamérica.

Es esta relación, más el éxito de la UE, lo que celebramos con motivo del Día de Europa. La expectativa es que su proyecto sea cada vez más sólido y exitoso, y nuestros vínculos cada vez más fecundos.